Regresa la devoción a los pies de la Blanca Paloma

Hay dos momentos cruciales en el calendario de las hermandades filiales de la Matriz de Almonte : la Romería del Rocío y la peregrinación. La Romería es el momento más esperado, el cumplimiento de una promesa que se renueva cada primavera y que supone además la comunión con toda la comunidad rociera que se da cita en la aldea. La peregrinación es un momento mucho más íntimo, aunque igual de ilusionante para todas las filiales que cumplen en distintos momentos del curso con su compromiso de postrarse ante las plantas de la Blanca Paloma .

La Romería, a causa de la pandemia, hace dos años que no se celebra . Las peregrinaciones tuvieron un tímido arranque el año pasado, con estrictas medidas de seguridad, pero el empeoramiento de la situación sanitaria obligó a la Matriz a determinar su suspensión. Ahora, la institución rociera anuncia la reanudación de esta anhelada visita a la Virgen para todas aquellas hermandades que deseen hacerlo, un trabajo que coordina la Delegación de Peregrinaciones con una agenda que dará comienzo el próximo 19 de septiembre.

Los Palacios y Villafranca, la Castrense, Chiclana de la Frontera y Fuengirola serán las encargadas de inaugurar el calendario y si la situación lo permite y no hay que volver a cancelar el programa, lo cerrarán el 27 de marzo Bruselas, Torrejón de Ardoz, Pozuelo de Alarcón y Toledo , junto a las no filiales y asociaciones rocieras, que también tienen su fecha fijada.

«Esperemos que se pueda finalizar el calendario», desea la responsable del área, Rocío Contre ras, consciente de la «necesidad de poder venir a su misa» que tienen las hermandades, ya que «para ellas es lo más grande después de la Romería». No obstante, y como medida extraordinaria, este año también podrán decidir no acudir si la situación así lo aconseja. «Confiamos en las hermandades que ya el año pasado demostraron una gran responsabilidad», señala Contreras.

Al igual que el año pasado, deberán cumplir con la normativa Covid que ha determinado la Matriz y que este curso dista muy poco de la del año pasado. La novedad más reseñable es que vuelven los coros para el acompañamiento musical de la eucaristía, con un máximo de 20 personas . Pero no habrá procesiones con los simpecados por las calles de Almonte y las hermandades deberán acreditar a las 25 personas que, como máximo, podrán ocupar los cruceros laterales de la Parroquia de la Asunción . Se les ha pedido así mismo que no inviten a hermandades o asociaciones que no provengan de la misma localidad mientras que las asociaciones podrán celebrar su misa de lunes a viernes, con el fin de «descongestionar el calendario».

«La ilusión es máxima» y sólo se vería truncada en el caso de que la situación epidemiológica empeorase hasta el punto de hacer recomendable la cancelación del calendario, algo que desde la Matriz esperan que no se produzca. «Sería una pena tener que suspender las peregrinaciones, Dios no lo quiera», apunta Rocío Contreras, «porque como dicen algunos, nos está comiendo la pena».