El reto visual que se ha vuelto a hacer viral: «¿De qué color es esta zapatilla?»
«El que las veamos de un color u otro depende de cómo sea nuestro detector (la retina) y de todo lo que nuestro cerebro haya aprendido a lo largo de la vida», explica Jordi Monés, médico oftalmólogo y retinólogo y director del Instituto de la Mácula y de la Retina.
Al ser humano le gusta ponerse constantemente a prueba. Ejemplo de ello son los numerosos retos que se propagan por las carreteras digitales, algunos de ellos muy peligrosos, en los que millones de internautas participan para conseguir descifrar alguna situación concreta. Muchos lectores recordarán aquella imagen en la que figuraba un vestido que podía llevar a equívoco en función de qué persona lo estuviera observando.
Pero aquella prueba sobre la tonalidad que cada uno pudiera estar viendo no fue la única. De hecho, ha vuelto a salir a la palestra un reto que ya se hizo viral en el año 2017 consistente en adivinar de qué color es realmente una zapatilla .
Las personas tenemos tres tipos de fotorreceptores (células sensibles a la luz), capaces de captar los colores y que reciben el nombre de conos. Estos se concentran en la retina, una especie de pared sobre la que se proyectan las imágenes que llegan a través de la pupila y el cristalino, como si se tratara de una pantalla de cine. Pues bien, existe un sinfín de variaciones que pueden alterar la retina, como la edad, enfermedades genéticas como el daltonismo o la composición del líquido interno del ojo, que pueden cambiar la forma que tenemos de percibir esas imágenes. Sea de la forma que sea, tras recibir esa percepción, la información llega a ambos hemisferios y no a uno u otro en función de nuestra supuesta mente creativa o analítica.
Cada cierto tiempo, este tipo de retos se expanden por las redes dando lugar a diversos debates acerca de las ilusiones ópticas y lo impresionante que puede ser el órgano más complejo del ser humano.
