El perro que ha logrado un séptimo puesto en una media maratón

Si alguna vez has participado en una media maratón, o al menos lo has intentado, conocerás los sacrificios que requiere. Se trata de correr 21 kilómetros (y 97 metros), por lo que es preciso entrenar bastante si queremos completar el recorrido en un tiempo aceptable. Pero este fin de semana hemos podido comprobar que hay quien puede conseguirlo sin excesivo esfuerzo; de hecho, sin plantearse correr hasta el propio día del evento. Eso es lo que ha hecho Ludivine, una perrita residente en Elkmont (Alabama).

Tal como nos cuentan en el blog Runners World, no es que Ludivine decidiese acompañar a su dueña en la competición, porque ésta ni siquiera tomó parte en la misma. Como tantas otras veces, la perra salió por su cuenta de casa el pasado sábado, aparentemente para dar un paseo por los bosques de los alrededores.

Elkmont es una localidad pequeña donde todos los vecinos se conocen, por lo que puede vagabundear a sus anchas sin peligro alguno. La gran cantidad de gente reunida con motivo la carrera debió llamar su atención y Ludivine se acercó a husmear.

Muchos corredores saludaron a la perrita, amistosa y afable, encantada de recibir atención. Cuando se produjo la salida y el animal echó a correr como un 'runner' más, nadie se lo tomó demasiado en serio. Todos pensaban que no tardaría en desistir para volver a su hogar. Pero kilómetro tras kilómetro, Ludivine demostró su fantástico estado de forma, manteniéndose sin apuros en las primeras posiciones de la carrera. Y eso que, camino a la meta, encontró un montón de distracciones irresistibles para su instinto canino.

«Hubo un momento en que se detuvo a investigar un conejo muerto. También se paró al ver a otro perro cerca del recorrido. Y más tarde, entró en una finca donde había vacas y algunas mulas», explica Tim Horvath, un corredor que tuvo cerca a Ludivine durante casi toda la media maratón. Él fue el sexto clasificado y la perrita cruzó la meta justo detrás de él, marcando un tiempo de 1:32:56, marca que muchos 'runners' experimentados desearían para sí mismos. Tan meritorio fue su esfuerzo que la organización decidió recompensarlo con una medalla.

Lo mejor de todo es que se trataba de un evento organizado para reunir fondos para el fomento de la práctica del deporte entre los jóvenes de Elkmont. La gesta de Ludivine está atrayendo muchas miradas y los lugareños esperan que sirva para obtener una buena cantidad. La que no sale de su asombro es April Hamlin, la dueña de esta heroína de cuatro patas. «Todavía no puedo creer que completase la carrera. En realidad, es bastante perezosa», asegura. Puede que hasta ahora, simplemente, permaneciese dormida la gran corredora que Ludivine lleva dentro.