Harry, de Carolina del Norte, sufre diabetes. Junto a él siempre va Taffy , un perro amaestrado para detectar si su dueño sufre una hiperglucemia y alertarle para que se inyecte insulina.
Este año, Harry ha posado para su anuario, pero no lo ha hecho, lo ha hecho con su inseparable Taffy, que ha sido un alumno más. «Ha salido más guapo que yo» , comentó Harry a la cadena WMAZ .
«Cuando estoy durmiendo obviamente no sé lo que pasa y mis padres tampoco son conscientes», explica Harry. «Mi azúcar en sangre se supone que debe estar entre 110 y 150, y una vez se redujo a 43 mientras dormía. Me desperté y Taffy estaba loco, arañando».
Harry dice que Taffy es sin duda su mejor amigo . Mientras dice esto Taffy, sonríe. Seguramente que esto significa que él piensa que Harry es su mejor amigo también.
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