Una mujer en Argentina celebra que la justicia haya ido de su mano tras una reprobable situación en su empresa. Una gasolinera que la obligaba a llevar unos pantalones demasiado ajustados .
La trabajadora se negó a usar este uniforme que, por otro lado, era distinto al que llevaban el resto de compañeros . Su rechazo provocó inicialmente una suspensión de sus funciones, para más adelante ser despedida de manera definitiva .
Aunque los hechos ocurrieron en 2012 y ella presentó una demanda poco después, no ha sido hasta este mismo 2021 cuando la justicia ha reconocido que se trataba de un despido improcedente y discriminatorio, obligando a la gasolinera a pagarle 150.000 pesos argentinos (alrededor de 1.300 euros).
En ese juicio, la mujer denunciaba el tratamiento vejatorio de algunos de sus compañeros: «Me piropeaban todo el tiempo, se referían a mi cuerpo y me ofendían con frases inapropiadas» , según recoge el portal Meganoticias.
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