Un hombre se implanta pechos y pasa con ellos 20 años para cumplir una apuesta

Se llama Brian Zembic, tiene 55 años, es canadiense y -hasta hace apenas unas horas- contaba con dos implantes mamarios que le hacían tener un generoso pecho. Unas prótesis, por cierto, que portaba desde hace 20 años para ganar una apuesta de 100.000 dólares. Sin embargo, el pasado martes decidió quitarse los senos en directo durante una operación realizada para el programa «E!». Así lo afirma, al menos, la versión digital del diario « Daily Mail».

La curiosa historia de Zembic comenzó hace poco menos de 20 años, cuando apenas sumaba 35 veranos a sus espaldas. Por entonces, y tal y como él mismo ha explicado, un amigo suyo le propuso una curiosa apuesta. «Soy un jugador y hay muy pocas cosas que no haría por una apuesta.

En 1997 estaba en un restaurante con unos amigos cuando la novia de uno hizo alarde de sus pechos. Entonces uno me dijo que, si tuviera un pecho como ella, me prestaría más atención», determina.

Al parecer, eso fue suficiente para que nuestro protagonista le dijera que, por un módico precio, se pondría implantes. ¿Una locura verdad? Pues su interlocutor le ofreció 100.000 dólares por ponérselos y pasar un año con ellos. La apuesta estaba cerrada. Y no era la primera locura que hacía Zembic, quien ya había pasado un mes viviendo en el cuarto de baño de uno de sus conocidos a cambio de un buen pellizco de dinero.

«Conocía a un cirujano plástico que también solía apostar. Le dije que si se jugaba ponerme pechos a una partida de backgammon, aceptó y gané. Me puso los pechos gratis», completa. Según afirma, cuando sus amigos le vieron se rieron durante 10 minutos, pero posteriormente han aprendido a convivir con sus dos curiosas compañeras. A su vez, Zembic determina que, aunque la apuesta era por un año, se las ha dejado dos décadas porque no le molestaban y estaba «demasiado ocupado con sus apuestas».

Ahora, casi 20 años después, ha sido operado a través del programa «E!» por los cirujanos de Los Ángeles Terry Dubrow y Paul Nassif. De momento, desconocemos cómo será su nueva vida sin prótesis. «Gracias a ellas he aprendido muchas cosas de las mujeres como por qué se colocan de determinada forma los pechos en algunas situaciones o cómo ponerme el sujetador para que luzcan bien», completa.