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THE WALKING DEAD

Cómo hacer tu disfraz de zombi para Halloween

Te contamos, paso a paso, como aplicar un buen maquillaje para que tu rostro parezca el de un muerto viviente con total fidelidad

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¡No te disfraces de payaso! Dado el cariz que están tomando los acontecimientos, lo más recomendable en estas fechas es no tratar de dar sustos que pueden terminar en disgusto.

Aceptado este consejo, la opción más popular para ir bien pertrechado en este Halloween de importación es transformarse en un muerto viviente.

Y el verdadero secreto para hacerlo no pasa por buscar en el armario esos pantalones y esa camiseta que jamás usaste y llenarlos de tierra y hacerlos jirones, que también. La clave para parecer un buen zombi está en el maquillaje.

El proceso es sencillo, pero laborioso. Aquí te damos algunas claves para que tu rostro sea verdaderamente aterrador.

Lo primero que debes hacer es empalidecer tu rostro, para lo cual puedes usar un maquillaje convencional, u optar por unos destinado a tal fin, es decir, una suerte de pintura de tono verdoso que está disponible estos días en cuantas tiendas de disfraces halles, e incluso en aquellas menos especializadas.

Debes extender el maquillaje de forma uniforme, cubriendo todo el rostro (incluyendo las orejas) pero también el cuello y aquellas partes de tu cuerpo que vayan a estar al descubierto, como, por ejemplo, las manos.

¡A por los ojos!. Utiliza idéntico ungüento, esta vez de color marrón, para marcar ojeras y párpados, de manera que den profundidad a tus ojos. Rodea bien el globo ocular, incluyendo buena parte de los párpados ligeramente por encima de las pestañas superiores. De esta forma se conservará el efecto buscado incluso cuando parpadees o cierres los ojos.

Tras haber «pintado» la citada zona de marrón oscuro, difumínala con una esponja húmeda, repartiendo bien la pintura. Esto logrará que el efecto sea menos marcado.

No guardes todavía la pintura marrón. Con un pequeño pincel debes perfilar con esta la nariz y el bozo. Marca el perfil de tu nariz para darle relieve. Con los dedos extiende ligeramente lo pintado para que haga una especie de efecto sombra. Esta misma apariencia debes dar a los pómulos, que marcarás con una brocha.

Lápiz lila

Venas terroríficas: la sangre de un zombi ya no circula como cuando estaba vivo, así que es el momento de pintar pequeñas arañas de vasos sanguíneos en tu rostro. Sin pasarte, pinta tantas como desees. Usa para ello un pequeño lápiz lila.

Pequeñas motas de maquillaje negro van a dar verosimilitud a tu caracterización. Para esparcirlas aleatoriamente, lo suyo es salpicarlas con un cepillo de dientes, a unos diez centímetros y tirando de las cerdas hacia atrás para luego salpicar soltándolas.

Ya casi somos un zombi pero ¿de qué hemos muerto? Pues vamos a suponer que de un disparo en el centro mismo de la frente. Sobre el punto donde queramos ubicar el balazo vamos a poner una pequeña base de gelatina. Tras ello, debemos espolvorear polvo traslúcido por encima. Agujerea la gelatina con un redondel. No te preocupes si no es exactamente redondo, las balas tampoco dejan un círculo exacto a su paso.

En este video se explica el modo de hacer en casa tu propia gelatina.

Pinta en su interior, en primer lugar, con maquillaje negro, que le dará profundidad. Ahora con total opacidad, rellena el círculo de rojo intenso. Recupera ahora el maquillaje original (verde) para igualar el color exterior de la gelatina al que tiene tu rostro. Enrojece ligeramente el perímetro del presunto balazo con una esponja y vuelve a aplicar una ligera capa de maquillaje negro sobre el círculo central.

Y ahora, la sangre: Este producto lo puedes encontrar en cualquier tienda de disfraces. Lo aplicas con un pincel sobre el círculo en el que hemos hecho el orificio de bala, y dejamos caer las gotas de manera natural. Se secará y quedará un terrorífico reguero de sangre sobre tu maltrecho rostro.

Con esta misma sangre aplícate una ligera capa sobre los labios y dientes. Una peluca con pelo canoso o seco hará que tu disfraz sea imbatible. Ahora sí, ya es hora de hacer trizas ese pantalón y esa camiseta. Tu disfraz es terroríficamente bueno.

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