El Madrid de Benítez, menos espectáculo, más eficacia

El actual entrenador del Real Madrid presenció muchos partidos del equipo en la era Ancelotti y tenía claros los defectos por corregir: debilidad defensiva y carencia de presión. La primera premisa que Benítez expuso en el club fue ésta: «Para obtener títulos hay que recibir menos goles». Lo ha hecho desde el primer partido. Su defensa es la mejor de la historia madridistra al cabo de once partidos: 24 goles a favor y dos en contra.[Sigue aquí el Celta-Real Madrid]

Las comparaciones no son odiosas. El técnico blanco supera los números de su antecesor tras esos once encuentros. Y en París se ha quitado el sambenito de defensivo que le perseguía de por vida.

Su Real Madrid juega al ataque con el truco de defender desde el área contraria. Hay que tener un conjunto sacrificado físicamente para presionar tan arriba. Hoy intentará repetir la estrategia en Vigo, donde se enfrentan dos conjuntos invictos en la Liga.

El responsable de la plantilla no se obsesiona con el cartel de defensivo u ofensivo. «Yo tengo que contentar al madridismo y la cuestión es ¿qué quiere la afición? Títulos. Es lo único que me preocupa».

Sus cifras lo dicen todo. Tras ocho jornadas de Liga es líder invicto. Acumula cinco victorias y tres empates. Lleva 18 puntos y ha marcado también 18 goles, mientras solo ha sufrido dos. Ancelotti, a estas alturas, presentaba dos derrotas, en Anoeta (4-2) y en el derbi del Bernabéu (1-2). No era líder, y su balance goleador mostraba un estruendoso 40-9, bonito para el espectador, pero muestrario de debilidad defensiva para los rivales.

En Champions, la historia es parecida. Los dos eran líderes de sus trupos tras tres encuentros. Benítez acumula dos triunfos y un empate, seis tantos a favor y ninguno en contra. Ancelotti consiguió tres victorias, con un balance goleador de 10-2.

La estadistíca absoluta de los once partidos presenta a un Real Madrid invicto, líder, con un marcador total de 24-2 frente a un Madrid con dos derrotas y un «score» total de 50-11.

El quid de la cuestión es: ¿Qué es mejor? Benítez y su cuerpo técnico no lo dudan: «Es mejor jugar al ataque, marcar goles y saber defender bien». Los entrenadores también prefieren esta demostración de eficacia. Desmuestra seguridad. Para los espectadores es más bonito ver en principio cincuenta goles. El dilema es si los once tantos sufridos cuestan al final títulos.

Rendimiento con bajas

El mérito de Benítez es que ha conseguido esta solidez del Real Madrid sin James, sin Benzema, sin Modric, sin Pepe y sin Carvajal. Se mantiene invencible con muchos suplentes que se reivindican. Son los casos de Casemiro, Lucas Vázquez, Kovacic y Jesé. El brasileño es el estandarte que define el carácter de los equipos del entrenador. Casemiro aporta la agresividad que requiere el Madrid. Ancelotti no se fiaba de él porque daba mal el balón. Ahora lo hace todo bien. Es la diferencia. Solo necesitaba confianza.