Benítez pierde a Modric, su ventrílocuo

El Carlo Ancelotti jugador era la extensión de Sacchi en el campo. Como decía Arrigo, «Carlo era un entrenador mandando en el centro del campo». Actualmente, Modric es el ventrilocuo de Benítez en el césped. El croata es la mano del técnico en el juego del Real Madrid. Es su cabeza vestida de corto. Su lesión genera un problema grave. Será baja frente al Levante, el día 17, y teme que no pueda jugar ante el PSG el día 21 en París, partido de la liguilla de Champions.

« Luka es importante, casi imprescincible» comenta Benítez cuando habla del eslavo. Es el centrocampista creador del fútbol de ataque. El preparador madrileño le ha dado la dirección del equipo con su posición adelantada para pensar solo en ataque.

Ya no es el segundo pivote al lado de Kroos, misión que ejercía con Ancelotti. Actualmente es la batuta del Real Madrid. Su ausencia dejará un hueco en el esquema del conjunto. Ya lo acusó el Madrid de manera decisiva la pasada temporada. Modric cayó dos veces, se perdió cinco meses de competición y el club se quedó sin títulos.

El regate vertical del croata es la mayor virtud de su juego y la mayor diana para cazarle. Posee una manera de driblar, directo, al ataque, que exhiben muy pocos centrocampistas en el mundo. Es más una finta de extremo que de mediocampista. Los entrenadores le utilizan para romper los muros rivales gracias a su técnica para ejecutar el regate y mantener el balón pegado a los pies. Ese «dribling» es respondido con entradas muy duras que terminan en lesiones dada la insistencia en la violencia que soporta.

Ahora, Benítez deberá ganar sin él. No es fácil. No hay relevo para jugar igual que Modric. Es «casi imprescindible» insiste el preparador madrileño. Coincide con Ancelotti, que pagó muy cara su ausencia.