La relación de amor-odio entre Di María y el Bernabéu

La carretera hacia la Undécima tendrá una primera curva con mucho morbo. El PSG, bestia negra de los blancos en la década de los noventa cuando le eliminó de manera consecutiva durante dos temporadas de la UEFA y la Recopa, Shakhtar y Malmoe, compondrán junto al Real Madrid un grupo A de la Champions que situará a Di María de nuevo en la capital de España, de donde se fue hace justo doce meses por la gatera esgrimiendo motivos económicos. El argentino, nombrado mejor jugador de la final de Lisboa en mayo de 2014, exigió duplicar su sueldo: pasar a cobrar de cuatro a ocho millones de euros. El Real Madrid le ofreció seis y tanto agente como jugador consideraron una ofensa la oferta blanca.

La solución fue coger las de Villadiego y marcharse al Manchester United, club al que ha utilizado de puente para acabar recalando este verano en el PSG, una vez que el conjunto galo solucionó por fin sus problemas con el «Fair Play Financiero» que no le permitieron fichar al suramericano el verano pasado.

El regreso de Di María al Santiago Bernabéu, previsto para el 3 de noviembre, en la última jornada de la fase de grupos, está ya marcada en rojo por los hinchas merengues, cuya relación con el «Fideo» fue lo más parecido a una montaña rusa. De exigir su marcha inmediata tras aquel famoso «acomodo» de su partes nobles a suplicarle que no se fuera tras la consecución de la Décima. Su recibimiento es toda una incógnita, aunque a priori huele a más aplausos que pitos. Al menos, esa será la predisposición del club blanco, si hacemos caso a Emilio Butragueño, el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid: «Nos ayudó mucho y le tenemos un gran cariño».

CR7, en París

Otro de los alicientes que tendrá el cara a cara entre Real Madrid y el PSG será ver a Cristiano en París, casa de Al-Khelafi. El jeque árabe del conjunto galo intenta mercado tras mercado de fichajes llevarse al futbolista luso a la Ligue 1. Sueña cada noche con ello y por fin podrá ver a Ronaldo en el Parque de los Príncipes, pero será de blanco, y no de azul y blanco como le hubiera gustado.