Lewandowski fulminó al Madrid a tres minutos para el final
Lewandowski fulminó al Madrid a tres minutos para el final - Reuters
AUDI CUP

El Madrid, solo trabajo táctico ante el Bayern

Los de Guardiola, más rodados, se impusieron a un Real Madrid sin estrellas (1-0)

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Bayern190Real Madrid

Saquemos conclusiones: el Bayern está más rodado, tiene flechas como Douglas, y el Madrid, con su nueva prudencia a bastantes metros del área, va a necesitar a Bale para dar longitud al equipo. Vamos entendiendo al míster, y es algo estupendo. Esto permite hablar de 'buenas sensaciones' o, mejor, silbando a los Beach Boys, de buenas vibraciones.

Cuando aquí hemos olvidado los torneos de verano, ayer en Alemania hicieron una ceremonia de clausura con niños más o menos olímpicos corriendo para la Audi Cup. Les faltó un castillo.

El Madrid salía con un equipo bajito, canterano y español. El bello, racional 4-4-2 defensivo con Isco jugando en su sitio por primera vez. Le falta gol ahí y le sobró algún toque, pero tuvo buenos minutos buscando la velocidad de Jesé en el espacio exterior.

El Madrid esperaba, paradito y junto, en esa zona que se llama tres cuartos y el Bayern tuvo que esforzarse y buscar las bandas.

Con Ancelotti el 4-4-2 defensivo era fugaz, cuando se le dibuja a Benítez es más prolongado y algunos sentimos auténtico placer táctico.

A los dos equipos les faltaban las estrellas, pero quizás el Bayern, con sus fichajes, tenga ahora mismo más banquillo. En el Madrid, Cheryshev y Lucas Vázquez, imprecisos, hacen un fútbol auxiliar, nuevo para nuestros ojos.

Vázquez es el interior derecha que La Fábrica lleva dando desde Míchel. Pequeño, corto, obediente y sensato. Ha habido tantos ya... Es algo ideológico.

La nueva dimensión de Benítez

Pep lo miraba todo con un polo entre carne y chicle. Creo que ha perdido una talla. Verdaderamente, quiere ser John Malkovich. Bueno, John Catkovich.

Pepe tuvo que ser cambiado por un golpe. Le vimos el tatuaje que tiene en el gemelo, el del San Expedito. No es broma, lo lleva con aureola y todo. Por eso le dicen lo de expeditivo.

Bayern y Madrid se hacían guerra de presioncitas. Es raro ver al Madrid aplicado a esa fútbol de Sísifo. Carvajal sostenía su banda frente a Alaba y Douglas. Isco comenzó a perderla y el Madrid, cansado sobre la media hora, ya sólo fue posicionamiento y aplicación.

El Bayern saca la pelota de un modo fabuloso, el rondo alemán es distinto al culé, es mecánico, pero arriba dan todavía la sensación de no ir del todo en serio, de jugar un fútbol cerebral, muy pensado y poco instintivo. A partir de los veinte minutos un orador nos agota. Pues igual en fútbol. La voluntad de dominio y ocupación le mata la sorpresa.

Ojo al Madrid de los primeros instantes, de las fugaces triangulaciones arriba. Intentaba otra vez aprovechar el espacio con alevosía. Podríamos apostar a que pronto le piden 'grandeza' y 'ataque'. Lo de Benítez parece un sano redimensionamiento.

Llegaron las ocasiones del Bayern con Alaba, Gotze y Muller, que, por cierto, es el nombre con el que decidimos gastar todo el alemán que sabemos. Al resto los decimos igual, pero qué manera de pronunciar Miulaaaa.

Aún pudo disfrutar el Madrid de un penalti que el árbitro, alemán y seguramente conductor de un Audi, no quiso pitar.

Isco se parece a un bailarín en que no puede hacer nada sin girar 360 grados. Ha de jugar a un toque como Asensio.

Entraron los reservas en la segunda parte y el Madrid siguió sin perder sitio, con el padecimiento en la banda de Douglas.

Hay que anotar los tres chuts de Kroos, que no parecían una casualidad, la coincidencia de Carvajal y Danilo en banda, más que interesante, y las paradas de un Navas más tranquilo. Lo del año pasado en la portería era competencia imperfecta.

El Bayern acabó con un soliloquio y el Madrid parecía el de los García, aculado en dos cuartos y luego en un cuarto

El gol de Lewandowski hizo justicia. El Madrid estaba haciendo deberes defensivos.

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