Gareth Bale, más fuerte que nunca

Gareth Bale celebra su vigésimo sexto aniversario, el epicentro de su carrera, en la mejor forma física de su trayectoria profesional. Las pruebas analíticas y de esfuerzo realizados a la plantilla han desvelado los resultados espectaculares del galés. No sorprenden, porque pudo ser atleta y lo es realmente en su conformación muscular. Pero destacan por su datos aeróbicos, soberbios, casi sobrenaturales, como reflexionan los ayudantes de Rafa Benítez. Solo Cristiano, que ha realizado el test posteriormente, por incorporase directamente en Australia, puede igualarlos. Se marcha Casillas y Bale debe ascender en el escalafón del plantel por su importancia indiscutible en el equipo.

Ahora mismo, Bale vive una etapa fundamental para su futuro. «Estoy en el mejor momento de mi vida, porque tengo también toda la experiencia necesaria», subraya con un optimismo que sus ojos descubren.

Hoy soplará en Melbourne una tarta con veintiséis velas que no comerá. Lo mismo que hacía Induráin por estas fechas en sus cinco triunfales Tour de Francia. El británico se encuentra ilusionado ante su cambio de roles en el equipo. Benítez le ha pedido que no sea solo un extremo que da pases decisivos a Cristiano y Benzema. Le exige lo que sus condiciones técnicas y físicas permiten exigirle: «Debes marcar más goles. Debes rematar más».

El entrenador quiere sacar todo lo bueno de galés. Tiene regate, velocidad y disparo. Hay que ofrecer en el césped esas tres virtudes. En la distancia corta, el técnico opina que debe convertirse en el segundo goleador del equipo, tras la galaxia de Ronaldo, autor de 314 tantos en seis temporadas, a nueve de la plusmarca de Raúl. No es una cuestión de competencia por ver quien marca más, pero Bale ha de superar cada año a Benzema. ¿Cómo? Será más delantero que nunca.

Benítez argumenta que para ver a «un Gareth protagonista» tiene que moverse cerca del gol. El técnico ensaya dos sistemas, el 4-2-3-1 y el 4-4-2, que ofrecen dos papeles distintos al galés. Cuando el esquema se ejecute con un solo punta, Cristiano será ese «nueve», con libertad de acción, una posición que alternará con Benzema si el francés ocupa el centro del triunvirato de medias punta. En esta idea, Bale jugará por la izquierda, pero con tendencia a entrar en el área, para explotar su centro y su trallazo.

Cuando la estrategia sea 4-4-2, Benítez lo tiene decidido: Bale será el segundo punta, junto a Cristiano. En este proyecto, el portugués jugará escorado a la izquierda, mientras el galés se moverá por el centro con el fin de aprovechar su tiro. Dejará la banda derecha para la incursión de Danilo o Carvajal. La novedad es que el británico será, en esa táctica, el punta nítido.

Bale afirma que su puesto idóneo es tener libertad de movimientos detrás de un «nueve». Benítez le contesta con hechos. Para ser media punta hay muchos hombres. Pero nadie penetra por la izquierda como lo hizo él en la final de Copa ganada al Barcelona en Mestalla. En su banda natural funciona mejor. «Esta es mi temporada», indica el futbolista con ilusión. Recibirá los galones que se merece.