Ancelotti, de la Décima a la calle en 365 días

En la planta noble del Real Madrid, llaman a la calma y la tranquilidad. Consideran que no se deben precipitar los acontecimientos e insisten en que se está en una semana de reflexión y análisis de una «temporada dispar», como calificó Florentino Pérez el pasado lunes la campaña del conjunto blanco.

Ahora bien, la realidad, salvo un inesperado giro de los acontecimientos, es que Ancelotti tiene los días contados como técnico del Real Madrid. Es la ley no escrita de la entidad de Concha Espina: entrenador que no logra uno de los tres grandes títulos de la temporada (Liga, Champions o Copa), entrenador que tiene muy difícil seguir en el banquillo del Bernabéu. Suena injusto, sobre todo si hablamos de Carlo, el hombre que doce años después por fin trajo la tan ansiada Décima al Real Madrid, pero en la balanza ha pesado bastante más su temporada en blanco que los cuatro títulos que logró en 2014.

Ni siquiera el apoyo unánime de la plantilla, en especial de los capitanes y pesos pesados, le servirá a Ancelotti para continuar en el cargo.

A Carlo, hombre de fútbol experimentado y con más batallas que en la guerra, aún no se le ha comunicado oficialmente que no cumplirá el año de contrato que le resta, pero el italiano sabe a la perfección que ese silencio respecto a su futuro es el paso previo a su marcha del Real Madrid.

Amarga efeméride

El 24 de mayo de 2014, en aquella mágica noche de Lisboa, el Real Madrid levantaba la Copa de Europa número diez de su historia, pero el destino del fútbol, como el de la vida, suele ser bastante caprichoso.

Todo indica que este domingo, una vez terminada ya la Liga, el club anunciará al italiano su marcha, y Ancelotti tendrá que «celebrar» el primer aniversario de Lisboa con su adiós al club blanco. En solo 365 días, habrá pasado de la cima a la sima. Eso sí, siempre quedará para la historia que Carlo Ancelotti fue el entrenador que ganó la Décima.