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Ancelotti afirma que quiere hacer historia con dos Champions consecutivas - abc
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Examen final para Ancelotti

El técnico y sus hombres juegan hoy un partido que decidirá su porvenir. El italiano afirma que es el reto ideal: «Hacer historia»

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Ha vivido estas situaciones como entrenador en una docena de oportunidades en cuatro ligas diferentes. Lo ha superado como futbolista en otra decena de ocasiones. Un partido decidirá la temporada. Carlo Ancelotti se encuentra tranquilo (aunque al agente de Bale le dio duro) , lo Ancelotti se encuentra tranquilo. Explica a sus hombres que la mejor forma de vencer es jugar con serenidad y muy concentrados. La impaciencia es la prisa que conduce a la derrota. Les pide valentía para atacar y sacrificio para defender. No pueden recibir goles con esta asiduidad. De su seriedad en la misión destructiva dependerá su clasificación para la final de la Champions. El Real Madrid, su entrenador y varios de sus pupilos se juegan su porvenir en noventa minutos.

Una verdad que no debe suscitar nervios, sino responsabilidad. Ganar a la Juventus en el Bernabéu (por dos goles de diferencia o por 1-0) significará estar en la final. El técnico manifiesta que ojalá tuviera esta posibilidad cada año.

El italiano no piensa si este encuentro definirá o no su porvenir. Tiene contrato hasta 2016 y se centra en clasificar a su plantilla para su segunda final de Champions en dos años.

La mayoría de sus futbolistas desean que continúe en el cargo. Es un jefe que les escucha y que ha recuperado «la unión en el vestuario». Él mismo aconseja a sus pupilos que ahora no se obsesionen con su futuro. Les pide que hagan historia e intenten ganar dos Champions consecutivas. «Nadie lo ha hecho». Ancelotti rechaza que se hable ahora, como interesa a algunos representantes, del posible traspaso de Illarra y de Coentrao o de la cesión de Lucas Silva, amortizado ya Khedira. «No es el momento de pensar en eso», aduce el responsable del plantel.

Chicharito sí reflexiona que su actuación frente a la Juventus y en la hipotética final de Berlín marcaría su carrera. Y el club argumenta, ante tantas elucubraciones sobre el futuro de varios futbolistas, que no se tomarán decisiones a rebufo de un resultado o de un gol. «Todo se analizará con paciencia una vez acabada la temporada. Ahora solo nos centramos en la Champions y en las dos jornadas ligueras que restan, si es que se juegan».

Ancelotti ha cogido bien el toro por los cuernos. Ha centrado el foco del vestuario en la importancia de clasificarse para la decimocuarta final de Copa de Europa en la leyenda del Real Madrid. La diferencia entre los grandes profesionales y el resto es que al italiano le gustan estos retos, al borde del alambre. En los equipos importantes siempre se juega al borde del precipicio. La gloria o la decepción dependen de un remate. Ramos definió perfectamente esta realidad en Lisboa. A muchos les abruma esta tensión. Es el preludio del fracaso. «Carletto», como le denominan todos, convive con ella.

Hoy necesita vencer a la Juventus para soñar con la historia y piensa que no puede pedir más. No hay mejor objetivo que tener que ganar un partido en tu estadio. «Para esto juegas cada semana». El mensaje del entrenador es concreto: «Hay que repetir el partido que hicimos contra el Atlético en el Bernabéu (1-0)». El preparador exige a sus jugadores la estrategia de agresividad ofensiva y seguridad defensiva que demostraron contra los rojiblancos. Han trabajado estos días para saltar al campo con ese carácter, con la presión muy arriba, sin perder la firmeza atrás. No pueden volver a sufrir goles como los recibidos frente al Sevilla y el Valencia. «Errores», precisa Ancelotti.

James Rodríguez, el líder de la creación, desvela un dato táctico planificado por el entrenador: «Tenemos que atacar para marcar pronto y conseguir que la Juventus se abra y deje huecos».

El mexicano Javier Hernández espera mantener la titularidad en un partido tan importante. Se encuentra en plena forma, ha jugado bien y su fuerza moral contagia al equipo y al público. Benzema lleva siete encuentros de baja y el técnico medita «si no será mejor sacarle en el segundo tiempo, cuando el ritmo de juego sea menor». Cuidado, Ancelotti es artista en el despiste. Acto seguido adujo que no descartaba que Ramos volviera a ser centrocampista, en cuyo caso impondría un 4-4-2 con Bale y Cristiano como únicas puntas. Se juega demasiado para decirnos la verdad: «Quiero romper las estadísticas y ganar dos Champions consecutivas», indica con optimismo. «El éxito es de los valientes», pregona. Es el espíritu del Real Madrid.

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