El Madrid desea recuperar sus principios

Hay reflexión profunda en todos los estamentos del club. Y todos coinciden en el diagnóstico. El Real Madrid, la entidad más valiosa económicamente del mundo, se juega la Liga y la Champions en cinco días y debe volver a sus principios. Puede ganar o perder, pero con su esencia histórica, el fútbol de ataque y cada jugador en su puesto. La plantilla desea recuperar el 4-3-3 tradicional en «la final liguera» que disputa esta noche frente al Valencia. Y Ancelotti medita regresar a la estrategia habitual de la temporada, con James, Kroos e Isco en el centro del campo y Bale, Chicharito y Cristiano como tridente, a la espera de Benzema, que disfrutará de minutos en el segundo tiempo con el propósito de ser titular el miércoles ante la Juventus.

El club anhela que el Madrid vuelva a ser real. La plantilla, también. Y el entrenador lo admite, sin renegar de sus probaturas. «Ramos jugará de medio otra vez si es necesario».

Sergio ha sido disciplinado al ocupar esa misión, que le ha perjudicado. No es la suya. Su rendimiento en Turín ha sido muy criticado a escala internacional. Hoy espera retornar a la posición de central, al lado de Varane, en un equipo que será similar al que se medirá a la Juventus en cuatro días. [Sigue aquí el Real Madrid-Valencia]

Los futbolistas no piensan ahora en la Copa de Europa. Prima mantener la presión sobre el Barcelona para que el eterno enemigo azulgrana falle en la Liga, sea hoy o la próxima semana en el Calderón, salvo que la huelga persista. Los blancos necesitan vencer esta noche a un rival, el Valencia, que planteará un duelo físico para aprovechar el derroche madridista en Italia. Los hombres de Nuno lo han dicho con sinceridad: «¡La Champions desgaste y hay que explotarlo!».

El responsable del Real Madrid asegura que sus hombres se han recuperado bien del esfuerzo en el Juventus Stadium. Hoy piensa realizar cambios para rotar a sus pupilos. Arbeloa y Coentrao aspiran a ser los laterales, en detrimento de Carvajal y Marcelo. Chicharito debe ser otra vez el delantero centro del esquema. Y Bale tiene que jugar en su sitio, de extremo, para convertirse en el mejor asistente del goleador de Europa, Cristiano. «Bale volverá a jugar bien», pronosticó Ancelotti. Se ceban las acusaciones en el galés cuando la defensa y Ramos también fallaron en Turín. La pretensión del madridismo es ver un Real Madrid normal. Al Real Madrid normal. Y el delantero británico quiere ser determinante en esta hora de la verdad. Tanto como Chicharito, cuya moral es insuperable. El mexicano espera estar en el once y piensa aprovechar de nuevo su oportunidad.

Y en la esquina izquierda, allende los problemas, ajeno a las críticas, Ronaldo. Su reingreso en el remate mortal, casi asesino, después de tres partidos de sequía, es el sustento principal del Real Madrid. Ahora no baja para entrar en carrera. Ejerce más de delantero clásico, en punta. Por eso cazó esos tres balones en Sevilla. Por eso protagonizó el cabezazo en Turín que puede ser decisivo para la Champions. El equipo depende de él. Se ha echado el grupo a la espalda. Es el líder dentro del campo. Necesario. Cristiano aboga por el 4-3-3. Palabra de jefe.