Gareth Bale liberó al Santiago Bernabéu a los 18 minutos del encuentro entre el Real Madrid y el Levante. El galés abrió el marcador después de una jugada de rebotes al enganchar con la derecha la pelota, que quedó muerta en el área tras una chilena de Cristiano Ronaldo. 1-0 y mosqueó en la celebración.
Cuestionado estos días y señalado por parte de la afición, Bale se tapó las dos orejas con las manos en un gesto elocuente. Se le veía visiblemente enfadado y cuando llegó a la esquina pateó el banderín mientras sus compañeros acudían al abrazo. Su gol le reconcilia en parte con el público, que antes le silbó tímidamente cuando se anunció su nombre por megafonía.
Después sería también protagonista en el segundo tanto. Fue después de un remate de Cristiano Ronaldo que desvió Bale y generó dudas entre el resto de jugadores del Madrid ya que no sabían a quien felicitar. El gol, sin embargo, es de Bale ya que fue el último en tocar el balón.
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