Ancelotti, de la renovación a ser cuestionado

El fútbol es una veleta que baila al vaivén del viento de un balón con efecto. Hace dos meses, en Navidad, Ancelotti era ascendido al Olimpo de los dioses. Tras ganar la Décima el 24 de mayo del año pasado, el 12 de agosto se adjudicó la Supercopa de Europa. Y el 20 de diciembre conquistó el primer Mundial de Clubes para el Real Madrid, torneo que sustituyó hace años a la Copa Intercontinental, obtenida en tres ocasiones por el club blanco. Hoy, el entrenador es cuestionado por los críticioso del juego del líder en el derbi. Olvidan que no estaban Ramos, Pepe, James, Marcelo y Modric.

El italiano está señalado después de sufrir tres derrotas este año, dos ante el Atlético.

La última, una goleada ante el Atlético, 4-0. Se le acusa de no saber tomar la medida a Simeone. Se le critica por no cambiar el esquema de juego ante el conjunto rojiblanco, que tras la Champions no ha parado de vencer y eliminar al eterno rival madridista. La fiesta de cumpleaños de Ronaldo fue el colmo para el seguidor. Menos mal que Ancelotti no estuvo.

Se le pone en duda porque no varía el 4-3-3 ante el Atlético, que impone la ley de su superioridad de centrocampistas en cada derbi desde el mes de agosto. Nadie cuestiona que son los futbolistas los que pierden. Y que Bale, Benzema y Cristiano son titulares indiscutibles. Y que ni ellos, ni Nacho, ni Varane estuvieron a la altura ante el cuadro rojiblanco. La culpa siempre es del entrenador.

Se acusa también al técnico italiano de no imponer mano dura al equipo en el derbi. De no reaccionar tras el 2-0 inicial en el Calderón, preludio del desastre del 4-0. El preparador lo hizo. Habló con el equipo, pidió una reacción. El problema es que quienes no hablaron fueron los propios futbolistas, callados en el vestuario, superados por los acontecimientos.

Ahora, Ancelotti está en la diana. Se llega a decir que si el Madrid no reacciona, será echado. Hace dos meses se exigía desde diversos ámbitos su renovación, incluidos medios que ahora le ponen en la picota. Es el fútbol. Siempre lo paga la parte más débil. Nadie juzga a los futbolistas como principales responsables. y lo son. Lo dice Ancelotti, que fue jugador. Y un líder en el campo.