El descanso perjudica al Madrid

Carlo Ancelotti reflexionaba hace unos días si estos parones de siete días sin competir podrían hacer daño al Real Madrid. El italiano admitía que no estaba acostumbrado a estar una semana sin partido. Reconocía que para estos futbolistas de alto nivel era mejor jugar cada cuatro días, como hacen habitualmente. Ahora, el análisis toma visos de realidad. La expulsión de Cristiano reflejó una impotencia que fue general. Casillas reconoció que ningún jugador estuvo a su nivel. ¿Por qué?

El cuerpo técnico opina que estar seis días sin jugar no está ayudando al Real Madrid. En un principio se agradece poder preparar un partido durante toda la semana, pues se aprovecha para planificar un mejor trabajo físico para un plantel que acusaba el desgaste de esas veintidós victorias consecutivas conseguidas entre septiembre y diciembre.

Ahora se estudia que este descanso perjudica.

Los jugadores pueden verse afectados al tener seis días para pensar en el siguiente reto. Están más tranquilos y pierden esa alerta máxima que sienten cuando juegan cada tres días. El cuadro técnico enjuicia que es mejor que los futbolistas vivan en esa alerta de estar preparados para jugar cada 72 horas.

Hay un argumento claro: el descanso no ha significado que el Madrid haya recuperado todavía su mejor tono físico. Ancelotti, Mauri y Clement trabajan para que sus hombres recuperen la punta de velocidad, la chispa. Al final, el italiano va a tener razón cuando manifiesta que la forma se adquiere jugando.