Kroos se apoya en nueve Copas de Europa y tiene delante la Décima
Kroos se apoya en nueve Copas de Europa y tiene delante la Décima - matías nieto, ABC
REAL MADRID

Kroos, un líder para marcar una época

El alemán fue el foco de atención de ABC antes de viajar a Marruecos: «Ganar el Mundial significaría un año grandioso»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En julio conquistó el Mundial de Brasil con Alemania. Ahora se dispone a rematar el año más importante de su vida con la consecución de otro Mundial, el de clubes con el Real Madrid. «Ganar este título significaría culminar un año grandioso para mí, quizá el más importante de mi carrera. Sería maravilloso». Se llama Toni Kroos, tiene 24 años y es el fichaje más importante del equipo blanco en la presente temporada. Para muchos, una de las mejores adquisiciones de Florentino Pérez en sus doce años de presidencia, junto a las de Cristiano, Zidane y Ronaldo Nazario da Lima. «Es un futbolista para dirigir el fútbol del Real Madrid en los próximos diez años», aseguran con ilusión los profesionales del club.

«Cada día me sorprendo de su rendimiento», señala Ancelotti. «Ha cogido esa responsabilidad desde el 11 de agosto, en la Supercopa de Europa, con una seguridad admirable».

Kroos nos recibe en Valdebebas con un chaquetón azul marino, un tres cuartos, y una camisa oscura, igualmente discreta. No es un hombre de estrellatos externos, ni en la moda ni en su vida, aunque sí lo sea en el césped. Nació en Greifswald el 4 de enero de 1990, una localidad de la antigua Alemania Oriental, ya reunificada con la Alemania Occidental, pero el estigma de la sobriedad de aquellas tierras no se pierde en unos días. El muro de Berlín había caído un año antes.

Nos saluda con las manos mojadas. Acaba de pasar el control antidopaje que la UEFA ha realizado al Real Madrid después de las quejas de Messi y de la politización del asunto por parte de Convergencia i Unió, que incluso ha realizado una pregunta al Gobierno en el Congreso. Toni comienza a sentir en sus carnes ese duelo Real Madrid-Barcelona que se extiende a todos los ámbitos, hasta perder el juicio. Esto no pasaría en su país, la Alemania unida. «Ganar el clásico (3-1) fue uno de los partidos más bonitos desde que vine al Real Madrid. Lo había visto por televisión. Ahora ya lo he vivido. Es inolvidable cómo animaba la afición por las calles antes de llegar al estadio. No podíamos avanzar con el autobús. No llegábamos. Nunca he sentido una cosa igual».

Alemán de pura cepa, previsor, planificado, enemigo de la improvisación, a Kroos nunca le pillará el toro en su vida. El futbolista más impactante del Real Madrid actual comenzó a estudiar español hace un año. Desde el momento que decidió que ficharía por el club español. Tenía contrato con el Bayern de Múnich hasta el año 2015. Y en noviembre de 2013 ya sabía que su futuro era casarse de blanco con el Madrid. Lo tenía claro. Su determinación era inamovible. El conjunto bávaro podía mantenerle en su plantilla hasta junio de 2015, y perderle gratis, o venderle en julio de 2014 y sacar 25 millones de euros, pero él nunca renovaría por el Bayern. ¿Por qué? Porque Heynckes le había valorado y respetado futbolísticamente, pero el club nunca lo hizo. No le ofrecía el mismo dinero que cobraban Schweinsteiger, Robben o Lahm.

Hoeness, hoy en la cárcel, y otros directivos de la entidad le decían que no podría cobrar más de 4 millones de euros anuales. Sin embargo, fichaban a Javi Martínez, un rival más para el centro del campo. Y le decían que confiaban en él. Para colmo, llegó Guardiola y se llevó a Thiago Alcántara, jugador representado por su hermano, Pere Guardiola. Y le seguían diciendo que confiaban en él. Kroos decidió que se iría al Real Madrid, que le valoraba deportiva y económicamente. Le pagaba seis millones anuales. Sería un año antes o después, pero era seguro que se marchaba. Decisión irrevocable. Se lo expuso al Bayern. Eran lentejas, las tomas o las dejas. Y el club alemán cambió su filosofía y admitió cobrar 25 millones, que no está el horno para orgullos. Hoy, Kroos triunfa en el Madrid. Y los responsables del Bayern se tiran los trastos a la cabeza por haber cometido tan grande error. Le han traspasado al máximo enemigo en Europa a un futbolista que se ha convertido en un líder para una década. Ese líder se dispone ahora a rematar un año inolvidable con el título de campeón del mundo de clubes.

«Cuando el Real Madrid se interesó por mí, me sentí valorado desde el primer instante. Pronto vi claro que mi futuro estaba aquí. Estuvieron siempre cerca de mí y comprobé que lo darían todo por ficharme. Sería antes o después, pero había decidido que mi sitio era el Real Madrid y vendría en cuanto pudiera. Es el club que está un escalón por encima de todos, por encima del Bayern. Es el mayor salto que podía dar a mi carrera».

Kroos comenzó a fraguar esa carrera en el equipo de su pueblo, el Greifswalder. Allí jugó hasta los doce años. Entonces le contrató el Hansa Rostock. Y en 2006, cuando tenía 16 años, le fichó el Bayern para jugar en los juveniles. El equipo muniqués pagó cien mil euros por él. Lo ha traspasado al Madrid por 25. El dilema interno es que su precio actual es de 80 millones. Se ha erigido en el timón del conjunto de Ancelotti. Todo lo hace demasiado fácil. «Pero no es nada fácil», advierte con el dedo anular levantado cuando se le cuestiona la sencillez de su fútbol.

«Para mí no es fácil hacer lo que hago. Es la calidad de mis compañeros la que me permite jugar sencillo», subraya. Venía de jugar en el Bayern en todos los puestos del centro del campo. En el equipo alemán nunca se le otorgó una posición fija. Su nivel permitía colocarle de volante derecho, de interior izquierda, de media punta y de medio centro. También era una falta de respeto ese vaivén que no se aplicaba con otros hombres del conjunto bávaro.

El mejor fichaje en 30 años. La diferencia la disfrutó en el Real Madrid nada más llegar. Con 24 años llegó al equipo y en cinco días de entrenamiento ganó la Supercopa de Europa en el puesto de medio centro. Ha sido su posición toda la temporada. «Es el mejor fichaje de los últimos treinta años del Real Madrid», vaticinan algunos exjugadores. Desde entonces. Kroos no ha parado de ser el jefe del esquema.

Ha disputado veinticuatro partidos al timón del Madrid. Llega al Mundial de Clubes con dos mil minutos de competición en sus piernas. Más de los que muchos jugadores de otros equipos suman en toda la temporada. Ha sido un puntal de esta plusmarca de veinte victorias consecutivas, que pretende convertir en veintidós en Marruecos. «Sé que hemos conseguido un récord de la historia del fútbol español. Es importante. Es muy difícil pasar veinte partidos sin tropezar. La plusmarca sirve para motivarnos. Ahora tenemos que ganar el Mundial, un trofeo que el Madrid nunca ha conseguido, para cerrar un año triunfal del club. Los jugadores sabemos que no podemos fallar», afirma. «Es un líder en el campo que siempre sabe encontrar el mejor pase en cada momento», indican los profesionales de la casa. «Destaca su precisión en los saques de falta y los saques de esquina, tiene una calidad impresionante».

«La Liga y la Undécima». El alemán sufrió hace ocho meses al Madrid ganador de la Décima, que arrolló al Bayern. «Ahora quiero ganar el Mundial de Clubes. Los otros dos grandes objetivos de la temporada son la Liga y la Undécima. Deseo hacer historia en el Real Madrid». Anhela la Champions porque estaba lesionado cuando el Bayern se adjudicó la Liga de Campeones en 2013.

El club elogia su disciplina ascética para mantener una forma física ejemplar. Se cuida con una dieta espartana de frutas y verduras. Duerme siempre un mínimo de ocho horas. No bebe. Rechaza las bebidas carbonatadas, tendentes a engordar. Padre de un niño, llamado León, hace una vida familiar con Jessica Farber, su novia de toda la vida, una mujer discreta que trabaja en turismo. Es esa sencillez de su vida una de las claves de su éxito. Nunca será noticia.

Ver los comentarios