Cristiano abraza a Carlo Ancelotti
Cristiano abraza a Carlo Ancelotti - efe
Real Madrid

El éxito de un trabajo bien concebido

Kroos y Keylor fueron atados en mayo. James, en julio. Di María tenía sustituto. Y el Madrid planificaba un once de más calidad

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Ha sido el inventor del estilo triunfal del Barcelona y sabe muy bien lo que dice. El consejero eterno del barcelonismo, Johan Cruyff, se desmarcó del acoso general al Real Madrid cuando traspasó a Di María y Xabi. El holandés advirtió con sabiduría un argumento que no fue escuchado en el seno azulgrana. «Cuidado, el Madrid ha fichado a James y Kroos y ahora tiene un equipo de mayor calidad para jugar bien al fútbol, no solo al contragolpe. Antes, el Barcelona fichaba peloteros y ahora los ficha el Real Madrid». El club blanco soportó dos meses de críticas, a rebufo de las derrotas ligueras frente a la Real Sociedad y el Atlético. En el seno de la entidad se pensaba, contra todo, contra todos, que la planificación de este equipo, más homogéneo, era la acertada.

Faltaba que la plantilla asimilara la forma física ideal. Y que James y Kroos se adaptaran a este sistema de fútbol total, presionante en busca del balón, que Bale, Benzema y Modric tampoco aplicaban todavía. El tiempo ha dado la razón a los dirigentes. Y a Carlo Ancelotti.

Los responsables de la casa blanca tenían planificado este importante cambio desde el ecuador de la pasada temporada, cuando aún no se había ganado la Copa con la sexta marcha del bólido británico, Bale. Sus objetivos eran claros. Kroos para tomar el mando en el centro del campo. Keylor en lugar de Diego López o Casillas. «Los dos no podían continuar con ese ambiente imposible», manifiesta el Real Madrid. Y un centrocampista de clase para cubrir la ausencia de Di María, que no dejaba de pedir dinero y amenazar con marcharse, incluso jugando con Argentina en la gran cita de Brasil. El elegido era James. Había que confirmar que estaba cuajado. El Mundial era su examen. Nota: sobresaliente. Fue fichado en julio.

Las tres decisiones estaban muy meditadas. El club sabía que Kroos no estaba a gusto en el Bayern. No era titular fijo con Guardiola. Al alemán le brillaron los ojos cuando supo que «el Real» pretendía su adquisición. Le quedaba un año de contrato. El club bávaro cambió de filosofía al conocer el interés de su eterno rival europeo. Prefirió cobrar 25 millones que mantener un año más con Toni y dejarle marcharse gratuitamente.

Keylor también era un objetivo primordial de la casa blanca. «Para nosotros fue el mejor guardameta de la Liga pasada». El Madrid habló con el Levante y mantuvo la operación en privado hasta que solucionara su problema interno: Diego López o Casillas. Keylor firmó muy tarde, pero la contratación estaba pactada. El último fichaje, James, solo requería esperar al final de su Mundial para concretar el traspaso con el Mónaco.

El intercambio de cromos era cristalino para la entidad. Kroos venía a suplir a Khedira, que no renovaba, y al final se fue Xabi. Navas llegó y Diego López se fue. Y James supuso que Di María estaba en venta.

El colombiano costó 75 millones y el Madrid informó a Eugenio López, representante del argentino, que solo sería traspasado si aportaba el mismo dinero. La casa blanca ya no regala ni un euro. Ha cambiado su política, como bien saben Ozil, Higuaín y ahora el propio Di María. El Manchester United pagó esa cifra. Y Di María solo obtuvo una ficha de 5,8 millones anuales. Nada de los ocho que pedía en el Bernabéu. El Madrid le ofreció seis millones por campaña unos meses antes. Entonces rechazó la oferta, con malos modos, la verdad. Recordó a Mustafá, el padre de Ozil. A finales de agosto, viendo que el United no le pagaba ocho millones, Ángel intentó quedarse. Era tarde.

Estos hechos contrastan con las críticas de improvisación que el club madrileño sufrió en aquellos días. Los fracasos ante la Real Sociedad y el Atlético servían para hurgar en la herida. Ahora, los resultados y la calidad del fútbol han revolcado las opiniones.

Ancelotti solo pedía tiempo para conjuntar al equipo y recuperar la estrategia de fútbol total que triunfó ante el Borussia Dortmund, el Bayern y el Barcelona en la final de Copa. Hoy mantiene ese lema de robo de balón con la novedad de un estilo de juego ofensivo. El equipo es más goleador que en la campaña anterior. Suma 43 dianas en diez partidos, 33 en Liga y 10 en Champions. En la temporada pasada llevaba 31.

Toda esta planificación se basa en un lema del club: «Elegir futbolistas jóvenes, que poseen más ilusión por ganar títulos». Kroos tiene 24. James, 23. Keylor, 27. Las renovaciones de Benzema, Modric, Varane y Nacho consolidan un proyecto muy meditado.

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