Novedades Carminha: «No pertenecemos a ninguna escena, vamos por libre»

Durante tres días el Parque Tierno Galván acoge el festival Tomavistas (cartel y horarios aquí), en el que toca un amplísimo abanico de bandas nacionales y extranjeras: Neuman, El Último Vecino, Tachenko, Luis Brea y El Miedo, Papaya, The Suicide of Western Culture, Guadalupe Plata, The Wedding Present, Triángulo de Amor Bizarro, Cuello... Novedades Carminha es una de las que protagonizará la primera jornada con la presentación de «Campeones del mundo», un disco que ha marcado la diferencia con sus anteriores trabajos, y que ha sido recibido con el aplauso unánime de la crítica. El trío gallego recibe a ABC en un bar de Malasaña donde celebran su triunfo como lo hacen los campeones, es decir, con una ronda de cañas y unas cortezas para picar.

Este nuevo trabajo ha sido grabado en los estudios La Mina de Sevilla. ¿Qué tal la experiencia?

(Carlos Pereira, guitarra y voz) Pues muy bien, nos hemos quedado muy a gusto. Creo que son los únicos estudios donde podríamos quedarnos a vivir.

¿Fueron a grabar allí por recomendación?

(Xavi G. Pereiro, batería) Sabíamos que Pony Bravo había grabado allí, y nos gustaba mucho lo que habían hecho. Además, llevábamos tiempo oyendo hablar muy bien de La Mina y de su ambiente. Es un chalet en el que duermes al lado de donde grabas, con la batería ahí, en medio del salón. Puedes ponerte a grabar en calzoncillos, salir al jardín a descansar... Es muy hippie, en contraste con esos estudios fríos, donde el ambiente es casi el de una clínica. Además, como íbamos a descubrirnos a nosotros mismos, necesitábamos algo así.

Y en esa búsqueda, encontraron el cambio de sonido, menos garajero y punk de lo que nos tienen acostumbrados.

(C.P.) Sí, esto es lo que somos en 2016. Hemos cambiado, pero mantenemos la espontaneidad, la frescura. Lo que no sería fresco sería habernos repetido y hacer un disco parecido a los anteriores. Por eso fuimos a Sevilla, para desnudarnos por completo y ver hacia dónde nos llevaba la música.

En alguna entrevista han manifestado que tenían ciertos dudas respecto al recibimiento de este cambio de sonido.

(Adrián Díaz, bajo) Nosotros siempre hemos entendido la música como algo que haces para la gente, para que le guste a la gente. Pero antes tiene que convencernos a nosotros, y si ya hemos hecho ciertas cosas, no vamos a repetirlas. No sería honesto repetir una fórmula. Por eso hemos cambiado, pero lo que no se pierde es el hilo conductor de la evolución de Novedades Carminha, ni sus señas de identidad. Seguimos haciendo nuestro retrato social pasado de vueltas en cada canción.

¿Se dejan influir mucho por los discos que escuchan de otros grupos?

(X.G.) Sí, claramente. Tenemos un montón de referencias que intentamos digerir, para incorporarlas a nuestra manera y que no suene a calco. Además no tenemos ningún prejuicio, podemos ir del garaje a la bachata o la cumbia. En ese sentido, nuestro nuevo disco es muy desprejuiciado. La idea era hacer un disco de baile, con el que la gente pudiera menearse. Ese es el punto de inicio, y a partir de ahí fuimos construyendo.

La ausencia de prejuicios queda bien clara con la elección del productor Hevi, procedente de la escena hip-hop.

(X.G.) Sí, y además, si te fijas el hip-hop es la música que más cosas puede incorporar de otros estilos sin que a nadie le parezca mal. Él ha producido a otras bandas de rock'n'roll, aunque a un nivel más local. Hevi ha sido importantísimo en este disco.

¿Están muy al día con el hip-hop, entonces?

(C.P.) Bueno, cuando teníamos quince años y estábamos en el instituto, era lo que estaba de moda. Pero creo que es ahora cuando el género está viendo nacer los proyectos más interesantes en España. Nosotros somos una banda de rock'n'roll que quiere que la gente sude bailando en la pista, pero también somos gente atenta a lo que va saliendo en el hip-hop, porque puede aportar cosas muy interesantes. Lo incluimos en nuestro menú, por decirlo de alguna manera.

¿Qué reacciones van viendo en los fans? ¿Se han encontrado fans que no hayan digerido bien el cambio?

(A.D.) Pues estábamos algo preocupados, porque no había «haters», y cuando no hay «haters», malo.

(C.P.) A ver, es que si yo tuviera un restaurante, no estaría poniéndole filete con patatas todos los días a los comensales. A lo mejor unas lentejas también les sientan bien, y eso no lo aparta del buen camino ni nada parecido.

(A.D.) Además, aunque sea un tópico, el punk es actitud. El escaparate estético-sonoro del punk no vale nada si no hay actitud detrás. Este es el disco más macarra que hemos hecho, con libertad y sin prejuicios. Qué hay más punk que eso.

(X.G.) Además nuestro público es cada vez más joven y más variopinto, y cada fan interpreta las canciones a su manera. Creemos que eso es muy bueno.

¿Con este disco han buscado generar una energía diferente en el público?

(A.D.) Sí, porque ya con «Fiesta Tropical», una canción del anterior disco, nos dimos cuenta de que no hacía falta tanta chicha garajera para poner a la gente a bailar. Dejando espacio para mover el culete, para que el público se pusiera más romántico y no fuera tanto un pogo a lo bestia, vimos que también se podían hacer cosas muy chulas. Se nos activó una chispa.

¿En algún momento se han sentido encasillados dentro de una escena en concreto?

(C.P.) No, en realidad no, porque podemos pasar de tocar en el tugurio más rockero, a llenar con mil personas la sala But, que es la meca de la modernidad y del «indie». Tenemos amigos en la escena de garaje, también en la de «indie», pero nosotros vamos por libre.