Visita a Coria del Río

Orilla más oriental del Guadalquivir, leyenda nipona y cante jondo para detener un río

AYUNTAMIENTO CORIA DEL RÍO

FRAN MORENO

Fran MorenoCuna del cante jondo, del quejío de amor entre Tripón y la Niña de los Peines , un pueblo que se maneja en los terrenos de Andalucía y la vida como lo hacia Manolo Cardo y Rogelio en su Sevilla y Betis. Por ser, es la madre de una de las sonrisas más bonitas de esta tierra; Pastora Soler, una mujer que cuando canta aquello de «dámelo ya», tú eres capaz de dárselo todo y que, en su vuelta a los escenarios , anda al son imperante de las seguirillas de su paisano José Franco Alfaro.Así es Coria del Río, una maravilla a tan sólo doce kilómetros de la capital hispalense. Se mece a la derecha del Guadalquivir y es el corazón de las comarcas del Aljarafe, la Ribera y la Marisma.

Paseando por sus calles llenas de vida uno recuerda que por aquí pasaron romanos, musulmanes y que un tal Hasekura Tsunenaga junto con toda su tropa dejó en este municipio la sangre nipona y el apellido Japón. En definitiva, Coria es uno de esos romances del sur, una majestuosa pintura de Manuel Martínez de León digna de visitar y contemplar.Lugares de interésCoria esconde las utópicas vistas del Cerro de San Juan con la Ermita de San Juan Bautista Coronado, un Bien de Interés Cultural como es la Parroquia de Nuestra Señora de la Estrella, la más antigua del pueblo.

La calle Cervantes con su plaza e iglesia de la Soledad, el niño que llevamos dentro correteando por el Parque Carlos de Mesa, el embarcadero, el Paseo de la Constitución y la casa del padre de Andalucía , construida por el mismo y donde vivió hasta su detención en el año treinta y seis. Ya huele a incienso y asoman saeteras en los balcones; la Semana Santa coriana saca a la calle imágenes todos los días , destacando el Domingo de Resurrección con el encuentro entre el Resucitado y la virgen de la Soledad.

Si da la casualidad de que andan por mayo, paren a descansar en el mítico Kiosco Alfaro y disfruten de la fiesta del albur, de unos torteritos u otras tapas típicas de la zona. Por esas fechas, la Hermandad de Coria y muchas otras juran y prometen ir a verla todos los años , por su coto, ¡ay! Virgen del Rocío. Para acabar, el surcar de la velada del Carmen y la Feria, tres años más antigua que la de su vecina Sevilla.Por cierto, si son acérrimos samuráis de pensamiento, no olviden que en Coria está la sala temática japonesa Virginio Carvajal donde se recogen todos los documentos del viaje realizado desde Sendai por los del Sol Naciente hasta llegar, en 1614, a esta localidad ribereña.

Además, la figura del conocido en España como Felipe Francisco de Fachicura preside el Paseo Carlos de Mesa dejando a los viandantes anonadados con su katana y serio semblante.Antonio Gala dijo que «Quienes quieran lo mejor para su patria, conózcanla antes a fondo; porque es el conocimiento quien engendra el amor y el amor quien multiplica y perfila aquel conocimiento». Por tanto, Caminen, recorran y amen cada rincón de esta tierra porque, créanme, no saben el tesoro que ostentamos.

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