Paz Padilla graba en un plató que antes era una sala X: «Qué pena que ya no emitan ninguna película»

«¡Mira, están haciendo guarrerías!», exclama la gaditana mientras graba parte de los pasillos del estudio de televisión

Paz Padilla graba en un plató que antes era una sala X @paz_padilla

LA VOZ

Este jueves Paz Padilla ha vuelto a grabar en un plató de televisión del que de momento no tenemos detalles de la ubicación exacta pero sí imágenes de sus pasillos. «Vengo a grabar a un plató que antes era una Sala X», cuenta la gaditana a sus más de dos millones de seguidores en Instagram. «¡Qué pena que ya no emitan ninguna película!», añade la presentadora.

Durante su visita al plató de rodaje, la gaditana se ha detenido en algunos de los carteles que ornan las paredes que conducen al plató para mostrar a sus seguidores su contenido. «La parte más apetitosa del hombre» , lee Paz en uno de los póster. «¿Cuál es? ¿Hay alguna?», pregunta la humorista con tono irónico.

Paz Padilla visita los pasillos de una antigua Sala X @paz_padilla

«¡Mira, están haciendo guarrerías!», exclama Paz mientras se acerca con su teléfono al cartel. «El amor nuestro de cada día», lee Paz en otro de los rótulos que anuncia el filme de los años 70 dirigido por el cineasta francés Claude Pierson.

Paz Padilla visita los pasillos de una antigua Sala X @paz_padilla

Los cines X se legalizaron en 1982 y llegaron a haber 90 salas en España

Entre las imágenes compartidas por Paz se observa la cartelería de 'La Monja Homicidia', 'Homo Eroticus' (1971), 'La Casa de las Palomas' (1972), 'La Parte Más Apetitosa del Hombre' (1979), 'Ya no soy virgen, ¡olé!, ya no soy virgen' (1982), 'Vicios prohibidos' (1972), títulos de películas de género erótico que durante años se proyectaron en algunos cines de nuestro país. Y es que, hace casi cuatro décadas, en 1.984, dos años después de su legalización, comenzaron a proliferar las salas de cine X en toda España. En menos de tres años se abrieron cerca de 90.

Pero pronto llegó el VHS y los videoclubs, llevándose por delante mucho de estos cines. A partir de ahí, la asistencia a estas salas comenzó a decaer y pasaron a convertirse en lugares propicios para encuentros sexuales furtivos. Fue a finales de los 90, pero sobre todo en la primera década del nuevo siglo, cuando internet y las webs de contenido pornográfico dieron la estacada definitiva a los cines X.

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