LA ISLA DE LAS TENTACIONES

Lucía, sobre Manuel tras la hoguera: «Yo escuchaba pasos y pensé, 'no puede ser, no puede estar viniendo detrás, pero sí, vino»

La expareja de Puerto Real se enfrentó ayer en el 'Debate de las tentaciones': una vez más Lucía demostró su entereza y Manuel quedó a la altura del betún

Manuel y Lucía, en el debate de 'La isla de las tentaciones'.

José Juan López

Lucía y Manuel volvieron a verse las caras en 'El debate de las tentaciones' tras protagonizar hasta hace unos días una de las rupturas más mediáticas de Mediaset en los últimos tiempos.

La pareja de Puerto Real llegó a 'La isla de las tentaciones' tras más de tres años de relación y salió muy mal parada. Manuel, a la primera oportunidad que tuvo en una noche histórica para el reality show, se besó con dos chicas. Luego, continuó magreándose y manteniendo relaciones sexuales con Fiama durante el resto de su estancia en la isla.

Por su parte, Lucía tuvo que soportar cómo le iban enseñando los contradictorios vídeos de su por entonces pareja, que por un lado retozaba con Fiama en cualquier esquina y por otro afirmaba quererla y no querer hacerle daño. Su enfrentamiento en la hoguera final fue definitivo.

Ella lo mandó a por pan y él no tuvo la decencia de callarse la boca e irse a su casa con su nueva pareja. En su último acto rastrero en la Isla, salió corriendo detrás de ella: «Yo escuchaba pasos y pensé, 'no puede ser, no puede estar viniendo detrás, pero sí, vino».

Tras la experiencia en la Isla, Lucía admite sentirse en estos momentos 'mejor que nunca' y que aunque nunca pensó que le iba a pasar todo lo que le ha pasado en 'La isla de las tentaciones', le ha servido para darse cuenta de que 'no todos los hombres son iguales'. Eso sí, admite que lo pasó realmente mal:

«Hubo muchos momentos en los que yo quise abandonar pasando por encima la hoguera de confrontación. Nombraba mucho a mi madre y solo quería mi tranquilidad».

Más allá de la anécdota de la manita relajá y de otras banalidades, Lucía lo pasó realmente mal en la Isla, viendo como la persona que creía que la quería la engañaba. Este fue su peor momento:

«Fue cuando dijo que no estaba enamorado de mí porque siempre había dicho que estaba loco por mí. Para mí en la hoguera, con eso me derrumbé un poco más. Yo siempre estaba pensando en su bienestar, en que estuviera contento y feliz y no pensaba en lo que él me hacía a mí o que en lo que yo quería».

Manuel, a lo suyo defendiendo sus actos

Manuel, por su parte, no admite que ir tras Lucía después de que le pintara la cara en la hoguera fuera un error . No dejar espacio a la persona que te ha amado justo después de reencontrarte tras ver como has mantenido relaciones sexuales con otra y has declarado que no estabas enamorado de ella delante de toda España no es suficiente razón para darle espacio. Al menos, eso piensa él, que así se justifica:

«La verdad, Sandra, es que lo que sentí fue un cúmulo de sensaciones. Es mi novia de tres años y medio. Yo como dije, y lo diré siempre, para mí va a ser una de las personas más especiales que me he cruzado en mi vida , la quiero y la querré siempre. En ese momento quería abrazarla y lo haría una y mil veces más. A mí no se me caen los anillos por pedir perdón, ir detrás de nadie o arrastrarme».

Cree que tras engañar a su novia delante de todo un país ha mejorado como persona: «Para mí el programa ha marcado un antes y un después en mi vida . Nos ha abierto los ojos a Lucía y a mí. En cierto modo hemos mejorado y ahora somos más felices».

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