Lucía Sánchez, atendida de urgencia tras el parto de su hija

Según ha informado Telecinco, desde que diera a luz a su primogénita, la de Cádiz ha estado centrada únicamente en ofrecerle todo lo mejor, en su bienestar y en vivir junto a ella la mejor de las experiencias durante la lactancia. Ahora, que ya se ha estrenado en esto de la maternidad y ya le ha ido pillando el truco a todo, la que fuera concursante de 'La isla de las tentaciones' se ha sentado en el sofá de su casa para charlar un ratito con sus seguidores a través de su canal de mtmad.

Un capítulo precioso, en el que la hemos podido ver por primera vez acompañada de la pequeña Mía, pero en el que ha tratado temas de lo más delicados. Después de responder al padre de Isaac Torres tras sus duras acusaciones, la gaditana ha hablado por primera vez de las complicaciones que tuvo en el parto.

Si bien no hubo ningún tipo de problema con el alumbramiento de su hija, que llegó al mundo muy sana y con mucho pelo - para sorpresa de la propia Lucía-, la gaditana no tuvo tanta suerte. Según ha explicado la influencer, nada más dar a luz a su pequeña tuvo que ser atendida de urgencia por los médicos que asistían al parto. Ha explicado que empezó a perder mucha sangre por un inesperado contratiempo de salud que dejó muy preocupados a todos. Especialmente, a su madre, que se encontraba en el paritorio con ella.

En palabras de la propia Lucía, este problema de salud derivó en temblores y fiebres muy altas. Aunque los médicos trataron de estabilizarle suministrándole medicamentos, la gaditana siguió presentado síntomas de que algo no iba del todo bien. «Tuve convulsiones», ha reconocido la que fuera pareja de Manuel González, que, haciendo alarde de su característico sentido del humor, se ha comparado a sí misma con la niña del 'El Exorcista'.

Pero, bromas a parte, la que fuera participante de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones' ha reconocido que fueron momentos de auténtica angustia. Tanto, que se negaba a cerrar los ojos porque no sabía si iba a ser «para dormir o para morirse». Una serie de complicaciones que los médicos solventaron con la mayor rapidez posible y que Lucía Sánchez ahora recuerda a modo anécdota, pues todo se ha quedado en un mero susto.