Dos mamíferos que sí ponen huevos

La tradición dice que el conejo trae huevos en Pascua, pero la realidad es otra

¿Por qué se relaciona al conejo con la entrega de huevos en Pascua siendo éste un animal vivíparo? REUTERS

RUTH PILAR ESPINOSA

A lo mejor sí. O a lo mejor no. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué se relaciona al conejo con la entrega de huevos en Pascua siendo éste un animal vivíparo?. Una de las muchas leyendas que circulan por internet sobre el origen de esta tradición guarda relación con una madre alemana muy pobre que no disponía de dinero suficiente para recompensar a sus hijos con dulces. Por ello, un buen día, decidió decorar huevos y ocultarlos en el jardín con el propósito de que sus pequeños los encontraran. Sin ser invitado al juego, un conejo se coló por allí y los niños le atribuyeron a él la procedencia de los esféricos y vistosos regalos.

A continuación te presentamos dos especies de mamíferos que sí ponen huevos en la vida real. Pero cuya figura –rellena de rico chocolate -, seguro, no encontrarás estos días llenando los escaparates de las pastelerías y los lineales de los supermercados.

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El equidna posee una pegajosa lengua de 15 ccm ZOO DE SAN DIEGO

Equidna

El equidna es tan diferente de cualquier otro animal, que aún hoy desconcierta a los científicos, aseguran desde el zoo de San Diego (Estados Unidos). Mientras que otras especies se han extinguido, él ha encontrado la forma de sobrevivir sin experimentar cambios en su biología y etología desde la prehistoria. Solo hay otro mamífero dentro del reino animal que sea ovíparo como él: el ornitorrinco.

Las hembras ponen un huevo al año del tamaño de una uva y lo mantienen a salvo en una bolsa localizada en su vientre. Diez días después la cría eclosiona y comienza a tomar la leche que segrega su madre a través de unas glándulas especiales alojadas en la citada bolsa.

El equidna se distribuye por Australia, Tasmania y Papúa Nueva Guinea ; ocupando desde las tierras altas hasta los bosques, e incluso los desiertos.

Se trata de una criatura solitaria que goza de un agudo sentido del oído . Aunque no posee orejas como tal: dispone de unas grandes aberturas verticales situadas justo detrás de los ojos.

El equidna carece de pezones y dientes

El equidna carece de pezones y dientes

Sus patas cortas delanteras le facilitan la alimentación; con ellas abre termiteros o parte troncos huecos. No tiene dientes, pero sí una larga (15 cm) y pegajosa lengua con la que atrapa las hormigas y lombrices que muele con las almohadillas duras que posee en la base de la lengua y en el techo de la boca. El hocico del equidna, además, es muy sensible a las señales eléctricas que emite el cuerpo de un insecto.

Puede horadar un hoyo tan rápido como un humano usando una pala. La habilidad de excavación constituye su mejor opción a la hora de buscar protección ante los depredadores (dingos y zorros, principalmente), los incendios y las sequías , por ejemplo. Sus patas traseras también le resultan muy valiosas: con una larga garra extra que le nace en el segundo dedo se «peinan» las púas que recubren su piel; limpiando los insectos y la suciedad que hayan podido quedar atrapados entre las mismas.

Alcanzan un peso de 2,5 kg ZOO DE VICTORIA

Su esperanza de vida en zoos, pues en estado silvestre se desconoce, es de 58 años .

Existen el equidna de pico largo y el de pico corto.

Un ejemplar adulto puede alcanzar un peso de 2,5 kilos y una longitud de entre 35-76 centímetros.

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El ornitorrinco es difícil de observar en el medio natural ZOO DE VICTORIA

Ornitorrinco

El ornitorrinco es uno de los animales nativos más fascinantes de Australia, aseguran desde el zoológico de Melbourne . Cuando se descubrió por primera vez, los naturalistas y científicos europeos pensaron que se trataba de un «elaborado engaño», explican desde el también australiano zoo de Taronga . Pensaron que «un embaucador había cosido muchos animales diferentes»: una cola en forma de remo, como la de un castor ; un cuerpo elegante y peludo, como el de una nutria ; y un pico plano y pies palmeados, como los de un pato .

Se trata de individuos difíciles de observar en el medio natural porque los ornitorrincos son muy «tímidos» con los humanos.

En la actualidad, afortunadamente, los ornitorrincos no se incluyen dentro de categoría de riesgo de extinción alguna. Sin embargo, su supervivencia está muy vinculada al buen estado de conservación de las masas de agua dulce donde se desarrolla. «Puedes ayudar a preservar un medio ambiente saludable para los ornitorrincos adquiriendo detergentes sin fosfatos y reemplazando las bolsas de plástico por las de tela cuando vayas a la compra, por ejemplo», aconsejan desde el zoo de Melbourne.

Los ornitorrincos comen el 30% de su propio peso corporal a diario

Los ornitorrincos comen el 30% de su propio peso corporal a diario

El ornitorrinco posee una piel más gruesa y más densa que un oso polar: cada milímetro cuadrado contiene alrededor de 900 pelos.

Los machos crecen hasta los 60 centímetros de largo y cuentan con un espolón venenoso en el interior de su pata trasera. Secretan más veneno durante la temporada de apareamiento, por lo que los expertos creen que con él mantienen a raya a otros machos que compiten por sus potenciales parejas.

El pico suave del ornitorrinco está cubierto por una piel blanda y curtida que alberga nervios sensibles con los que detecta los débiles campos eléctricos que generan los pequeños animales acuáticos de los que se alimentan. Esta capacidad de electrorrecepción es única entre los mamíferos.

Los ornitorrincos pueden permanecer bajo el agua durante varios minutos y almacenar alimentos en sus mejillas antes de alcanzar la superficie de nuevo para moler y tragar sus presas. Los ornitorrincos necesitan comer alrededor del 30% de su propio peso corporal diariamente para sobrevivir. En tiempos difíciles, pueden servirse de una reserva de grasa que se localiza en sus colas.

Los machos son venenosos ZOO DE VICTORIA

El ornitorrinco es el único representante vivo de su familia y género, por lo que sus características son únicas. «Los investigadores creen que entender su biología puede contribuir a los investigadores que en la actualidad estudian el cáncer de ovario », subrayan desde el zoo de Taronga.

Su madriguera , donde pasan buena parte del día, por último, puede prolongarse hasta 30 metros de largo y dividirse en diferentes secciones. Las hembras incuban en su interior durante 21 días los huevos (entre 1 y 3), presionándolos con la cola contra su vientre mientras permanecen acurrucadas.

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