¿Qué contaminantes libera el tubo de escape de tu vehículo?

Naciones Unidas alerta sobre el impacto negativo en la salud y el clima que producen el azufre y el carbono negro

¿Qué contaminates libera el tubo de escape de tu vehículo? ABC

Natural

La campaña #RespiraLaVida de las Naciones Unidas alerta esta semana de los contaminantes que se liberan hacia la atmósfera a través del tubo de escape de los vehículos.

En concreto, alude directamente al azufre y al carbono negro. Sobre este último, quizás el más desconocido de los dos, deberías saber que no solo lo producen los motores diésel , sino también la quema de carbón, queroseno o biomasa.

Las partículas de carbono negro son lo suficientemente finas como para penetrar profundamente en los pulmones, el torrente sanguíneo, el corazón y el cerebro, originando respuestas inflamatorias y otros efectos a largo plazo en la salud , subrayan desde el organismo internacional.

«Afortunadamente -prosiguen desde la ONU-, su vida útil es de solo diez días , por lo que si las emisiones de carbono negro y otros contaminantes climáticos de "vida corta" disminuyeran de forma drástica en los próximos años, el calentamiento global también se mitigaría en gran medida para 2050».

El carbono negro es, de hecho, después del dióxido de carbono, el segundo mayor contribuyente al calentamiento global . El carbono negro acelera la fusión del hielo y la nieve de los glaciares y de las montañas, lo que origina, entre otros impactos negativos sobre el medio ambiente, la pérdida del almacenamiento de valiosa agua en estos «depósitos naturales helados».

Por su parte, un alto contenido de azufre en los combustibles aumenta, del mismo modo, las posibilidades de que las partículas finas de este elemento terminen provocando enfermedades de corazón o cáncer de pulmón en las personas. Según Naciones Unidas, los contaminantes atmosféricos son responsables de un tercio de las muertes que se contabilizan por accidentes cerebrovasculares , enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón ; así como de una cuarta parte de los decesos producidos por ataques cardíacos .

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