China se ha llenado de parques solares, como este de Xuzhou, para reducir la contaminación que ha traído su industrialización
China se ha llenado de parques solares, como este de Xuzhou, para reducir la contaminación que ha traído su industrialización - PABLO M. DÍEZ

Fotovoltaica: China construye el mayor parque solar del mundo

Tiene seis millones de paneles y producirá dos gigavatios de electricidad

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En su plan para fomentar las energías renovables con el fin de reducir la contaminación, en China se está construyendo el mayor parque solar del mundo. Levantado por el grupo privado de inversión Minsheng en la región de Ningxia, al noroeste del país, cubre 4.607 hectáreas y tendrá capacidad para producir 2 gigavatios cuando esté concluido a finales de año, según informa Bloomberg.

Con sus seis millones de paneles solares cubriendo una extensión de 4.607 hectáreas, cuenta con un presupuesto de 15.600 millones de yuanes (2.087 millones de euros) y ya está parcialmente operativo. Desde junio, cuando las obras llegaron a su ecuador, genera 380 megavatios que alimentan la red eléctrica. Una vez terminado, su producción alcanzará cada año los 2.730 millones de kilovatios-hora, el equivalente a una central térmica de 400 megavatios como las que abundan en China, que son muy contaminantes porque se abastecen de carbón.

China se comprometió a alcanzar el pico de sus emisiones de dióxido de carbono en 2030

Al ser el combustible más barato, este mineral genera el 60% de la electricidad que se produce en China para seguir alimentando su crecimiento económico, pero también es el más dañino para el medioambiente. En la primera década de este siglo, el consumo de carbón aumentó cada año una media de un 9% en China, a tenor de la Administración para la Información sobre la Energía de Estados Unidos. Debido a su frenética industrialización y urbanización, el gigante asiático copa el 27% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, seguido de EE.UU. con el 17%, la India y Rusia, ambas con un 5%. Pero, si se miden sus emisiones en toneladas métricas per cápita, EE.UU. se sitúa en primer lugar con 17,62, seguido de China con 6,52.

Para 2030, China se ha comprometido a alcanzar el pico de sus emisiones contaminantes y a producir el 20% de toda su energía con fuentes renovables. Con dicho objetivo, el autoritario régimen de Pekín está fomentando no solo la energía solar sino también la eólica, que solo representa un 3% de la electricidad producida pero ha crecido más de un 20% en los últimos años. Así lo marca el último Plan Quinquenal de China, que prevé inversiones multimillonarias en energías limpias y el cierre de las contaminantes plantas térmicas.

Todo ello con tal de reducir los alarmantes niveles de polución que sufren la mayoría de las ciudades chinas, sin duda el mayor problema de este país. En los tres últimos años, las autoridades han cerrado más de 2.000 pequeñas minas de carbón y pretenden reducir en 2017 su consumo en unas 13 millones de toneladas con respecto de los niveles de 2012. Gracias a estas medidas, las emisiones de dióxido de carbono de China disminuyeron un 2% en 2014, su primera caída desde 2001.

Acuciado por la necesidad, el régimen de Pekín ha doblado en los dos últimos años sus parques solares hasta llegar a los 50 gigavatios. Para 2018, esta cifra volverá a duplicarse, en parte gracias a megaproyectos como el de Minsheng en Ningxia. En los próximos cinco años, esta compañía cuadruplicará su actual capacidad para producir electricidad hasta llegar a los 12 gigavatios, una cifra similar a la que ya generan todos los paneles solares instalados en el Reino Unido, a tenor de un informe de Bloomberg.

Con estas iniciativas, la energía solar vuelve a vivir un nuevo momento de esplendor tras la crisis que ha atravesado durante los últimos tiempos, cuando gigantes internacionales como la china Suntech, la alemana Q-Cells o la estadounidense Solyndra acabaron en la bancarrota por el fin de los subsidios estatales y el hundimiento del precio de los paneles en un mercado saturado. Tras aquella debacle, la energía solar vuelve a erigirse como alternativa junto a otras fuertes renovables para acabar con la degradación medioambiental de China.

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