El poder de la moringa: salud, dinero y reforestación

El fenómeno de la desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestro tiempo. Aunque incluye la invasión de las tierras por dunas, la desertificación no se refiere al avance de los desiertos. Se trata de una degradación continua de los ecosistemas de las áreas secas debido a las actividades humanas —como la sobreexplotación de la tierra, la minería, el sobrepastoreo y la tala indiscriminada— y a los cambios climáticos.

De los ecosistemas de las zonas secas depende la subsistencia de unos 2.000 millones de personas: el 90% de ellas viven en países en desarrollo.

Dentro de los consejos que las Naciones Unidas ha compartido para celebrar, un año más, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (17 de junio) , destacan las acciones de reforestación y de gestión eficaz del agua. Ambas se están combinando en la actualidad en África, donde una exitosa iniciativa está ayudando a distintas comunidades locales al mantenimiento de sus bosques y a obtener ingresos adicionales a partir del cultivo de la moringa, un árbol originario de la India conocido por sus propiedades nutricionales.