China, Indonesia y Egipto son los tres principales países productores acuícolas de tilapia
China, Indonesia y Egipto son los tres principales países productores acuícolas de tilapia - OCEANA

Alertan sobre un virus letal para la tilapia, un popular pescado

Si bien el patógeno no plantea problemas de salud pública, puede diezmar las poblaciones infectadas de esta especie, la segunda más importante en términos de volumen en la acuicultura

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Una enfermedad muy contagiosa se está propagando entre la tilapia cultivada y la silvestre, uno de los pescados de mayor importancia en el mundo para el consumo humano.

El brote debe ser tratado con la debida atención y los países importadores de tilapia deben tomar las medidas apropiadas de gestión de riesgos -intensificar las pruebas de diagnóstico, exigir certificados sanitarios, establecer medidas de cuarentena y desarrollar planes de contingencia– según una alerta especial lanzada hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La presencia del virus de la tilapia lacustre (conocido por sus siglas en inglés TiLV - Tilapia Lake Virus) ha sido confirmada en cinco países de tres continentes: Colombia, Ecuador, Egipto, Israel y Tailandia.

El virus de la tilapia lacustre no plantea problemas de salud pública

Si bien el patógeno no plantea problemas de salud pública, puede diezmar las poblaciones infectadas. En 2015, la producción mundial de tilapia -tanto acuícola como de captura-, ascendió a 6,4 millones de toneladas, con un valor estimado de 9.800 millones de dólares, y un comercio en todo el mundo por un volumen de 1.800 millones de dólares. Este pescado representa un elemento fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, afirma la FAO.

La FAO insta a los países productores a que lancen campañas de información para los acuicultores

Los países productores de tilapia deben estar alerta y seguir los protocolos del Código sanitario para los animales acuáticos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) a la hora de comercializar este pescado. Deben iniciar un programa de vigilancia activa para determinar la presencia -o ausencia- del TiLV, la extensión geográfica de la infección e identificar los factores de riesgo que pueden ayudar a contenerla. Se insta también a los países a que lancen campañas de información pública para asesorar a los acuicultores -muchos de ellos en pequeña escala- sobre los síntomas clínicos del TiLV y los riesgos económicos y sociales que plantea, y sobre la necesidad de señalar a las autoridades responsables de la bioseguridad los casos de mortandad masiva de peces.

Hoy en día, países como China, India e Indonesia mantienen una activa vigilancia frente al TiLV y está previsto que ésta comience también en Filipinas. En Israel, se espera que una encuesta epidemiológica de carácter retrospectivo determine los factores que influyen en las bajas tasas de supervivencia y la mortalidad generalizada, incluyendo el impacto relativo del TiLV. Además, una empresa privada trabaja actualmente en el desarrollo de una vacuna viva atenuada para el virus.

No se sabe aún si la enfermedad puede transmitirse a través de productos de tilapia congelados, pero «es probable que el TiLV pueda tener una distribución más amplia de lo que sabemos hoy y supone una amenaza importante para el cultivo de tilapia a nivel mundial», alerta la FAO. Existen muchas lagunas de conocimiento en relación al TiLV, asegura la organización de las Naciones Unidas.

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