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Un nido de vencejos en un edificio - JUAN MANUEL SERRANO

La restauración de los edificios impide que los vencejos alimenten a sus crías

Un vídeo grabado en La Coruña por SEO Birdlife denuncia la desesperación de las aves para atravesar las mallas protectoras y acceder a sus nidos

MADRID Actualizado: Guardar
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Una de las señales que indica la llegada del verano es el sonido de los vencejos al atardecer. Un chillido repetitivo y característico que se acentúa durante ese momento del día en el que regresan a sus hogares. Estas aves, que pueden llegar a volar hasta 1.000 kilómetros en un solo día, migran a España cuando comienzan a subir las temperaturas y nidifican en los huecos de los edificios.

Por este motivo, desde SEO Birdlife reclaman mayor concienciación por parte de las autoridades y de las empresas de edificación para la época escogida para la restauración de los edificios. De hecho, desde la organización se están planteando denunciar a una compañía constructora en La Coruña por no cumplir con este plazo.

«El periodo de obras se suele iniciar tras el periodo de cría, es decir, tras el verano y no ahora», explica el responsable del Programa de Conservación de Especies Amenazadas de SEO Birdlife, Nicolás López-Jiménez.

En un vídeo grabado por los propios ornitólogos se puede ver un inmueble en rehabilitación que está cubierto con unas mallas de protección para evitar que los objetos se desprendan de la fachada. Sin embargo, estas medidas impiden que los vencejos puedan acudir a sus nidos y, por consiguiente, alimentar a sus crías. Uno de ellos, tras intentar varias veces sobrepasar esta red, lo logra. No se conoce si pudo volver a salir. «Esperemos que haya podido escapar porque si muere un ejemplar hay denuncia seguro», anuncia López-Jiménez.

El responsable explica que estos tejidos suponen un peligro para las aves adultas porque «se agotan al no poder acceder a los nidos, pueden quedar enredados en la malla y morir o incluso conseguir entrar y morir de hambre». Aunque reconoce que estas situaciones se producen dependiendo del tipo de red, «la peor es la que tiene un diámetro suficiente como para que el vencejo pueda meter su cabeza y quede atrapado».

SEO Birdlife asegura que antes de grabar estas imágenes ya se advirtió a la empresa del riesgo que suponían estas redes para los animales pero no les escucharon. Ahora, este suceso lo han puesto en conocimiento de las autoridades competentes y, si siguen obteniendo como respuesta el silencio, acudirán al juzgado. López-Jiménez recuerda que «esta especie, sus nidos y sus huevos están protegidos por la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad».

Las nuevas construcciones de edificios

Las poblaciones de esta especie han descendido notablemente en los últimos años. Una de las razones principales reside en que crían casi exclusivamente en zonas urbanas y la evolución de las ciudades está causando problemas en sus hábitats. El diseño de los edificios modernos no están pensados para que se conviertan en casas temporales de estas aves, por lo que carecen de lugares adecuados para criar. Ante este hecho, el responsable también pide que «una vez que se hayan comenzado las obras se intenten respetar los lugares de nidificación».

Para él, un ejemplo de buenas prácticas fue en la Muralla Romana de Lugo, Patrimonio de la Humanidad y lugar en el que vive la colonia de vencejo común más importante del norte de España. Durante su restauración, se pararon las obras en la época estival y prosiguieron cuando estos pájaros emigraron, pero respetando los orificios de los nidos.

A pesar de todo hay que tener en cuenta que la llegada de aves migratorias como el vencejo normalmente se produce entre finales de abril y principios de agosto o últimos de julio. Sin embargo, a causa del calentamiento global, este año se ha adelantado por el aumento de las temperaturas y se han asentado en el norte de la Península meses antes de lo previsto.

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