WWF rechaza el cupo de lobos abatidos fijado por la Junta de Castilla y León hasta 2019: 429 ejemplares

WWF ha mostrado su rechazo ante la resolución de la Junta de Castilla y León de establecer el cupo de lobos abatidos en 143 ejemplares al norte del río Duero durante los próximos tres años.

En opinión de la citada organización, la decisión no tiene en cuenta posibles variaciones anuales en las condiciones ambientales (alimento y clima) o sociales (por ejemplo, la mayor muerte por furtivismo, venenos o atropellos), que puedan repercutir en el número de manadas.

«Denunciamos que la Junta siga con su gestión basada en la persecución de la especie sin buscar otras alternativas, al igual que está haciendo en el sur del Duero, pese a que el lobo está protegido por la directiva Habitats de la Unión Europea», ha declarado Luis Suárez, Responsable del Programa de Especies de WWF España.

«La cuota se ha establecido en fechas muy tempranas, cuando difícilmente se ha podido realizar un buen censo de manadas seguras al estar los cachorros todavía en sus madrigueras, y se mantiene el mismo cupo de caza de 2015, el más alto de la historia fijado para la especie», explica Suárez.

Aunque en algunas zonas, como en Soria, por ejemplo, se ha reducido la presión, indican desde WWF, en otras como en Burgos o Valladolid se mantiene o aumenta, «pese a que los propios datos de la Junta reconocen que se trata de zonas con tendencia a la disminución de la población de lobos», subrayan desde la organización. La no previsión de estos descensos a la hora de fijar el nuevo cupo hasta 2019, advierten, puede producir «efectos catastróficos» en la zona centro y nororiental, «impidiendo su presencia y su expansión hacia otras áreas».

WWF también ha criticado que «desde 2014 no se han convocado los correspondientes órganos de participación social previstos en el plan de gestión de la especie».