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Atún rojo: el descenso de sus poblaciones en los años 60 se debió a la pesca intensiva de juveniles

Y no a factores ambientales, la escasez de presas (arenque y caballa) o la modificación del comportamiento migratorio de la especie, asegura el Instituto Español de Oceanografía

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La principal causa del descenso de las poblaciones de atún rojo en los años 60 se debió a la pesca intensiva de ejemplares inmaduros y no a factores ambientales como se creía hasta ahora, concluye un estudio elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) publicado en la revista científica Reviews in Fisheries Science & Aquaculture.

Solo a partir del plan de recuperación adoptado por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) en 2006 y vigente en la actualidad, se ha empezado a revertir la situación general de sobrepesca que ha sufrido la especie.

Los expertos han realizado una extensa revisión de datos de capturas de las pesquerías atlánticas de adultos y juveniles de atún rojo entre 1914 y 2010, así como más de 200 referencias bibliográficas sobre publicaciones científicas relacionadas con la biología y la pesca de la especie.

Así, determinaron que entre los años 1949-1962 se capturaron aproximadamente siete millones de atunes rojos juveniles. «Una captura de tal magnitud pudo ser la principal causa del limitado reclutamiento desde edades juveniles a adultas, que dejaron a las futuras generaciones de reproductores muy mermadas», ha explicado el autor principal, José Luis Cort.

La introducción del cebo vivo y el cerco disparó la captura de ejemplares inmaduros de atún rojo

Hasta poco antes de la mitad del siglo XX, las capturas más importantes de atún rojo en la parte oriental del océano Atlántico se llevaban a cabo fundamentalmente con almadrabas que capturaban ejemplares adultos de entre 40 y 500 kilogramos. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo comenzaron a emplearse otros sistemas de pesca como la red de cerco, el palangre y la caña con cebo vivo.

La introducción del cebo vivo en el golfo de Vizcaya y el cerco en las costas atlánticas de Marruecos hizo que se comenzaran a capturar ejemplares inmaduros, cosa que no había ocurrido hasta aquella fecha.

Escenario irrepetible

Poco más de diez años después de estos hechos, las pesquerías del norte de Europacolapsaron y las almadrabas sufrieron un descenso tan brusco que provocó la desaparición de la mayoría de ellas. Las que permanecen activas desde entonces no han vuelto a alcanzar los niveles de producción que habían registrado durante la primera mitad del siglo pasado.

Han sido numerosas las teorías que han tratado de explicar qué sucedió con la población de atún rojo reproductor a partir de los años 60 en el Atlántico oriental, y qué fue lo que hizo desaparecer a esta especie de las pesquerías del norte de Europa. En general, se ha achacado a factores ambientales, a la escasez de presas (arenque y caballa) o a la modificación del comportamiento migratorio del atún rojo.

Sin embargo, hasta hoy nadie había demostrado la relación que tenían estos acontecimientos con la expansión de las capturas de ejemplares juveniles en la región atlántica oriental.

Cuando ocurrieron estos hechos, no existía ninguna organización internacional dedicada al control y ordenación de los recursos pesqueros de los túnidos en el Atlántico y Mediterráneo, ya que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) se fundó en 1966.

La población reproductora de atún rojo se ha incrementado en los últimos años

Es precisamente la gestión de esta organización lo que ha permitido que se recupere la especie, al adoptarse en 2006, el Plan de Recuperación Plurianual, que continúa vigente, ocasionando que las capturas de juveniles de atún rojo se hayan eliminado casi por completo; lo cual, junto con otras medidas, como la reducción del Total Admisible de Capturas (TAC), hace que los stocks reproductores se estén recuperando.

«Si se mantiene este escenario, sería imposible que se repitiese algo como lo ocurrido en los 60», ha explicado el científico. Según ha señalado, «todos los indicadores que maneja el grupo de evaluación del atún rojo del Comité Científico de la ICCAT apuntan a un incremento espectacular de la población reproductora en los últimos años».

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