ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

Naturalidad y frescura en la mesa

Calidad y origen certificado, circularidad y gestión eficiente de la energía, ingredientes de Campofrío Frescos

La planta industrial de Burgos avanza en sostenibilidad con programas de energía fotovoltaica y valorización de los residuos orgánicos

Natural

El origen y frescura de los alimentos, elaborados con materia prima natural de máxima calidad, son cada vez más valorados por el consumidor. La naturalidad a la hora de comer, una tendencia pujante en la alimentación moderna, se basa en el principio de que el producto fresco y de calidad no necesita nada más. Campofrío Frescos es la unidad de frescos del grupo de alimentación Sigma en España, empresa especialista en productos cárnicos de cerdo.

Ubicada en Burgos, comercializa tanto en el mercado nacional como a través de exportación todo tipo de productos derivados del cerdo. Esta gran empresa –facturó 420 millones de euros en 2020– cuida el detalle y garantiza, a través de su experiencia y de los más al-tos estándares de calidad avalados por las más exigentes certificaciones del mercado, que tiene la naturalidad y sostenibilidad en su ADN, siendo la calidad y excelencia los valores que aplica en toda la cadena del producto, desde la granja a la mesa.

Recientemente, ha llevado a cabo una renovación de su imagen para transmitir al consumidor su compromiso con la sostenibilidad, uno de sus pilares estratégicos, alineado con la creciente demanda de un consumidor preocupado por la calidad de su nutrición, sensibilizado con el medio ambiente. Esta moderna identidad de Campofrío Frescos transmite su modelo industrial comprometido con la economía circular, que se concreta en la implantación de criterios de sostenibilidad en toda la cadena de valor. «Esta nueva imagen consigue comunicar los valores con los que trabajamos día a día: autenticidad, naturalidad, sostenibilidad, calidad, practicidad, confianza y excelencia», explica Camille Greene, directora general de Campofrío Frescos. Naturalidad y origen español.

Una imagen renovada y una clara apuesta por la sostenibilidad

Naturalidad y origen español

La exigencia del consumidor moderno potencia el valor de la naturalidad. Toda la materia prima empleada para elaborar los productos de Campofrío Frescos es de origen es- pañol, procedente de granjas ubicadas principalmente en Castilla y León. Además de la procedencia, raza y alimentación, el cuidado de los anima- les, que minimiza su estrés, es un factor capital para obtener el mejor producto fresco, ya que un trato respetuoso está directamente relacionado con la calidad final. Se ha convertido así en un referente industrial: el primer fabricante de Castilla y León en lograr el sello «AENOR Conform de Bienestar Animal» para porcino en granjas seleccionadas. La innovación para satisfacer la demanda de un consumidor que busca productos sabrosos y prácticos se ejemplifica en la nueva gama Tiernísima, un completo surtido de filetes de lomo marinados muy jugosos, sabrosos y tiernos, ideales para el día a día por ser nutritivos y de muy fácil preparación, explica la compañía. Este alimento comenzará a distribuirse en las principales cadenas en las próximas semanas y está compuesta por cuatro variedades: el marinado de sabor Clásico y el Adobado, y dos pro- puestas pensadas para niños y jóvenes, Barbacoa y Tex Mex. El nombre de esta gama transmite la jugosidad de estos alimentos, con un diseño atractivo y alineado con su nueva y moderna imagen, comprometida con la sostenibilidad y naturalidad.

Energía verde

La compañía, comprometida con el respeto al medioambiente, ha presentado un proyecto de gestión eficiente de los recursos energéticos que incluye la instalación de placas solares para autoconsumo en sus instalaciones que generarán más de 4 millones de kWh/año y reducirán sus emisiones en casi 1.000 toneladas de CO2 anuales. Además y en alianza con un partner energético, la compañía prepara otro proyecto para transformar los residuos orgánicos y producir biogás y fertilizantes, tecnología ésta que ofrece una reducción de la huella de carbono equivalente a más de 2.000 toneladas de CO2 anuales. Ambos proyectos totalizarán una reducción del 23% de la huella de carbono procedente del consumo energético.

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