Las poblaciones de osos, linces, lobos y glotones fueron exterminadas en la mayor parte de Europa a mediados del siglo XX
Las poblaciones de osos, linces, lobos y glotones fueron exterminadas en la mayor parte de Europa a mediados del siglo XX - ABC

Las poblaciones de grandes carnívoros se recuperan en las zonas dominadas por el hombre

El modelo conservacionista reinante en Europa, basado en la coexistencia, en lugar de en la concentración de los animales en grandes reservas, como ocurre en Estados Unidos, da sus frutos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Oso pardo, lince, lobo y glotón. Las poblaciones de estas cuatro especies de grandes carnívoros en zonas europeas dominadas por el hombre se recuperan con éxito, de acuerdo con una investigación realizada en 26 países que ha contado con la participación de la Universidad de Oviedo.

Los resultados, publicados en la revista Science, prueban el éxito del modelo de coexistencia europeo, dado que las poblaciones de oso pardo, lince, lobo y glotón habían sido exterminadas de la mayor parte de Europa a mediados del siglo XX, tal y como subraya la institución académica española en una nota.

«Europa es un ejemplo excelente que muestra cómo hombres y grandes carnívoros pueden compartir el mismo paisaje», comenta José Vicente López-Bao, investigador de la Universidad de Oviedo (Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad-CSIC), y uno de los autores principales del estudio.

El estudio confronta el modelo conservacionista europeo, centrado en la coexistencia, con el modelo implementado en otras partes del planeta, donde los grandes carnívoros son principalmente conservados en grandes áreas protegidas o en medios salvajes (alejados del hombre). Si en Europa se hubiera seguido este ejemplo, el continente difícilmente podría alberga las poblaciones actuales de grandes carnívoros, pues no existen grandes áreas protegidas o áreas salvajes, puntualiza la Universidad de Oviedo.

Reducir el nivel de conflicto

Entre los factores que han contribuido a la recuperación de estos grandes carnívoros en Europa podemos destacar los siguientes: 1) La existencia de una legislación en materia de conservación favorable, tanto a nivel nacional como internacional. «La Directiva Hábitats, implementada en 1992, ha jugado un papel fundamental», reconoce López-Bao. 2) La existencia de instituciones sólidas destinadas a la gestión y protección de la naturaleza. 3) El estado de derecho y el largo periodo de estabilidad política vivido desde la II Guerra Mundial. 4) La voluntad general de la sociedad para coexistir con estas especies. Y 5) el abandono rural y el aumento de presas silvestres.

Según el investigador, el mantenimiento de prácticas tradicionales como el uso de perros pastores, cercados y la figura del pastor, así como nuevas técnicas como cercados eléctricos, «han sido importantes para reducir el nivel de conflicto en muchas áreas de Europa y favorecer la coexistencia».

El modelo de conservación aplicado en Europa ha permitido, por ejemplo, que el continente albergue hoy más del doble de lobos (>124.000) que los estados contiguos de EE.UU. (~5.500) a pesar de que el viejo continente ocupa la mitad de territorio y tiene más del doble de densidad de población (97 habitantes/km2 contra 40 habitantes/km2).

Monitorización constante

No obstante, los 76 investigadores que han participado en el trabajo también advierten de que muchos de los conflictos que en su día provocaron el declive de estas especies, como los ataques al ganado, siguen aún presentes.

Los ataques al ganado adquieren mayor importancia sobre todo en aquellas zonas donde los grandes carnívoros han estado ausentes durante varias décadas y han recolonizado a posteriori estas áreas. «En muchos casos se han perdido aquellas prácticas tradicionales que favorecían la coexistencia», señalan.

Además, en ocasiones, los grandes carnívoros como el lobo se han utilizado como símbolo de profundas divisiones políticas y sociales entre áreas rurales y urbanas. Por ello, los expertos recomiendan una monitorización constante tanto de la situación ecológica, como del clima político y social alrededor de estas especies que permita asegurar el mantenimiento de la actual recuperación observada.

Ver los comentarios