El mantenimiento de nuestro coche es mucho más importante de lo que acostumbramos a considerar.
El mantenimiento de nuestro coche es mucho más importante de lo que acostumbramos a considerar.

El mantenimiento adecuado del coche ahorra 2.000 euros

Cambiar a tiempo neumáticos, frenos y filtros, entre otros, ahorra una buena suma y, sobre todo, imprevisibles quebraderos de cabeza y temerarias mermas en la seguridad de marcha

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Un mantenimiento continuo y adecuado del automóvil puede llegar a ahorrar más de 2.000 euros, según la firma Zaimo. Esta previsión es, según la compañía, esencial para gestionar nuestras finanzas y la planificación de unas vacaciones.

Para lograr este ahorro, las recomendaciones empiezan por el cambio de neumáticos, uno de los elementos del coche más relacionados con la seguridad y también de los más ignorados.

La revisión de la suspensión también es necesaria, pero pese a ser fundamental para la seguridad de coche y ocupantes un 31% la revisa solo al pasar la ITV, mientras que el 5% no lo hace nunca. Una suspensión en mal estado aumenta el riesgo de perder el control e incrementa la distancia de frenado de forma considerable.

El estado de los frenos es otro de los elementos a tener en cuenta, pues su deterioro es difícil de detectar al producirse poco a poco. Además, mantener niveles adecuados de aceite y líquido de la refrigeración es esencial para evitar que el motor sufra un desgaste excesivo.

Los diferentes filtros del vehículo (de aire, combustible y aceite), están diseñados para garantizar un funcionamiento correcto del motor y el coste de su renovación asciende a 250 euros en total. Mantenerlos en mal estado puede provocar averías mucho más serias y elevados gastos de combustible.

Asimismo, supervisar el correcto funcionamiento y alineamiento de las luces y mantenerlas limpias es decisivo para ver y ser vistos en carretera, sobre todo de noche y con meteorología adversa.

Además de estos elementos, hay que prestar atención a la correa de distribución, cuyo coste es elevado (de 200 a 400 euros), pero que si no se sustituye dentro de los plazos recomendados por el fabricante puede acabar provocando graves y costosas averías, a veces con daños irreparables por coste y magnitud.

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