Los fracasos más sonados del año y sus protagonistas

Artur Mas

Desde las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña, el líder catalán necesita el voto de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) para ser elegido de nuevo president de la Generalitat, pero ya son dos los actos de investidura que se han celebrado desde entonces sin recibirlo. El partido independentista de extrema izquierda ha señalado en más de una ocasión que darían su apoyo a la formación Junts pel Sí (JxSí) si esta cambiara a Mas por Raül Romeva. Sin embargo, hasta ahora el líder de no ha querido ceder su puesto como candidato.

Además, la CUP anunció que no respaldará a un político relacionado con la corrupción, y a Artur Mas le envuelven los escándalos del 3%, en los que se acusa a su partido –Convergencia Democrática de Cataluña– de cobrar comisiones ilegales de empresas adjudicatarias por el Gobierno autonómico del nacionalista.

El tiempo se agota para Artur Mas.

Esperanza Aguirre

La que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid durante nueve largos años se presentaba el pasado mayo como candidata del Partido Popular a la Alcaldía de la capital de España. Pese a que Esperanza Aguirre lideraba la lista más votada, lo estrecho de su diferencia propició un pacto postelectoral entre Ahora Madrid y PSOE que hizo añicos su anhelo de ser alcaldesa de Madrid y dio la vara de mando a Manuela Carmena.

Aguirre, a lo largo de su carrera política, ha sido presidenta regional, ministra de Educación y Cultura, concejal y hasta presidenta del Senado –primera y única mujer hasta la fecha en serlo­–. La madrileña de 63 años dejó la política en 2012 por problemas personales, pero el impulso tomado hasta su vuelta no ha sido suficiente para lograr su objetivo: el de ser regidora de su ciudad natal.

La popular, antes de dar la Alcaldía por perdida definitivamente, llegó incluso a plantear un pacto a su contrincante histórico, el PSOE. El acuerdo, que fue descartado por los socialistas desde el primer momento, terminó con Carmena al mando y Aguirre fuera del ejecutivo madrileño. Una veterana de la política que, ahora, se sienta en el banco de la oposición municipal.

Javier Mariscal

Uno de los diseñadores más ilustres de España, Javier Mariscal, parece haber tocado fondo. El creador de Cobi, la polémica mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, declaró el pasado mes de octubre estar arruinado e incluso haber pasado por tratamiento psiquiátrico y medicación para superar una depresión y una ruptura amorosa.

Mariscal, además de dibujar el famoso perro cubista olímpico, participó en importantes campañas de diseño. La Copa América de vela de Valencia, las ilustraciones de la película Chico & Rita, esculturas, imágenes corporativas, libros de cocina, productos infantiles… Un sinfín de grandes proyectos contaron con el sello Mariscal antes de que la crisis lo diluyese y redujese su estudio, en el que trabajaban 40 personas, a su mínima expresión.

Hace apenas dos meses el valenciano confesaba su realidad actual: ha pasado de referencia en las escuelas de diseño nacionales a estar sin trabajo, tener cerca de 800.000 euros de deuda y equiparar su situación a la de un «mantero». El que fuese Premio Nacional de Diseño, sumido en la bancarrota, mantiene su vespa como única posesión. A nombre de su hija, «para que no se la quiten». Aunque él mismo matizó sus declaraciones y dijo que su comparación con los vendedores callejeros era «una licencia poética» reconoció que, pese a no ser la primera vez que se arruina, sí es la «más grave».

Fernando Alonso

A nivel deportivo, probablemente Fernando Alonso sea una de las más claras personificaciones del fracaso en España durante el año 2015. El piloto de Fórmula 1 más laureado de la historia nacional, con dos campeonatos y tres subcampeonatos mundiales, ha vivido su peor temporada como profesional del automovilismo. El asturiano, desde que dejase atrás su también infructuosa etapa en Ferrari, ha representado durante el último curso a la escudería McLaren Honda.

Tan solo tres pilotos españoles han subido a un podio en Formula 1. Alonso es, además, uno de los seis conductores en la historia de la categoría con más victorias en grandes premios. Un espectacular currículo que no hace sino agrandar el estrépito de su fracaso este año, en el que su campeonato podría resumirse como una casi interminable concatenación de cataclismos, cada fin de semana con una excusa diferente, y en la que rara vez el asturiano salía mínimamente bien parado y lograba rascar algún punto. Ningún campeón del mundo podría sentirse satisfecho viéndose el 17º clasificado al final de una temporada.

Ya empezó mal el año Alonso: un misterioso accidente durante la pretemporada le hizo perderse el primer fin de semana de competición. Tras su vuelta a los circuitos, no terminó de cogerle el pulso a su coche. Cinco abandonos en las siete carreras siguientes dan la medida de lo que ha sido su curso. Problemas mecánicos, motores poco fiables y una potencia que brillaba por su ausencia fueron marcando el transcurso de la temporada de Alonso, minando su moral y provocando que ahora, tan solo un año después de fichar por su actual equipo, se especule con otro cambio de escudería de cara al próximo mundial. Una temporada para olvidar.

Ramoncín

José Ramón Julio Márquez Martínez –más conocido como Ramoncín– ha vuelto a la fama este año, pero no por su trayectoria como cantante. El madrileño ya fue imputado en 2013 por delitos de falsedad documental, apropiación indebida y administración fraudulenta en el marco del caso SGAE. Según la Fiscalía, el cantante emitió facturas falsas –y las cobró– por servicios que nunca prestó.

Este mes de diciembre Ramoncín se sentaba en el banquillo de la Audiencia Nacional para declarar como acusado. El artista no solo fue miembro de la directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), sino también la máxima representación de la defensa de los derechos de autor en España y la condena a la piratería ilegal. Anticorrupción pide para él cuatro años y diez meses de cárcel, además de una indemnización de 50.912 euros.

Ramoncín argumentó ante el juez que su talento basta para explicar los pagos que recibió. De hecho, el propio cantante achacó a la prensa y a algún supuesto complot en su contra –publicó un post sobre ello en su página de Facebook– el mal rumbo de su carrera musical.

Karim Benzema

El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema siempre ha sido un futbolista peculiar. Un «9» atípico: con el peso goleador del equipo absorbido por Cristiano Ronaldo, el galo se dedica a crear, a hacer jugar a los demás y, como buen «gato», a cazar las que llegan por su zona. Un atacante singular y una persona curiosa, con una personalidad poco común en el fútbol y una sangre fría que, si bien le ha costado algún reproche, también le ha dado más de una alegría.

Pero, aunque Benzema disfruta de un buen momento en su carrera y sus cifras goleadoras tocan techo desde que llegase al Real Madrid en 2009, su ya de por sí movida trayectoria fuera de los terrenos de juego también da que hablar. El madridista, todo un amante de los coches potentes y la velocidad –motivo por el que ha salido en los medios más de una vez– está ahora envuelto en un lío judicial por un supuesto chantaje a su compatriota y compañero de selección Mathieu Valbuena, por el que la Federación Francesa le ha apartado de la selección nacional.

El jugador madridista está imputado por la supuesta participación en ese chantaje organizado contra Valbuena. Al parecer, unos individuos trataban de extorsionar al centrocampista del Olympique de Lyon para que les hiciese llegar una cantidad de dinero a cambio de no publicar un vídeo íntimo suyo, en lo que podría haber intermediado Benzema. El caso le hizo, incluso, pasar una noche en el calabozo, y ha convertido su 2015 en un año especialmente controvertido a nivel personal.

Loles León

Otra de las caras más conocidas de la cultura en España, en esta ocasión del cine y la televisión, ha reconocido pasar por graves dificultades económicas. Loles León, chica Almodóvar, madre de una generación en «Aquí no hay quien viva» y abanderada del desparpajo patrio anunció estar arruinada, sin trabajo y haber perdido su casa de la playa.

Las artes escénicas suelen ser irregulares para quienes viven de ellas: Loles ya estuvo en la ruina antes, como muchos de sus compañeros de profesión, y trata ahora de empezar de cero, volver al principio y salir adelante. Tras mucho tiempo sin ver su cara en carteles teatrales, en cines o parrillas televisivas, la actriz se coloca en la casilla de salida a la espera de nuevos proyectos.

Ahora, tras capear una profunda crisis personal, la catalana se sube al barco del «spin-off» más famoso de la televisión española, «La que se avecina». En un intento de dejar atrás tanto su caída al pozo como su encasillado papel de Paloma, mujer de Juan Cuesta, León pidió un papel a Almodóvar en su última cinta: no le llegó a contestar. La televisión, el formato que la encumbró, le muestra el camino de vuelta.

Edurne García

La cantante madrileña ha ido perdiendo la fama poco a poco desde que se diera a conocer en 2005 como finalista de la cuarta edición del mítico «Operación Triunfo». Su carrera parecía despegar a buen ritmo, ya que a pesar de no ganar en el talent show, Edurne consiguió sus minutos de gloria en el programa de Nochevieja de José Mota, o el verdadero triunfo en otros shows como «Más que baile» en 2010 y «Tu cara me suena» en 2013.

Pero el éxito que comenzaba a acumular la «triunfita» no bastó cuando, en enero, fue elegida como representante de España en Eurovisión. Su tema, «Amanecer», no despertó el interés suficiente a los vecinos europeos como para conseguir unos votos que le otorgasen mejor posición que la vigésimo primera. En la gala de Viena, la madrileña quedó once puestos más abajo que su predecesora Ruth Lorenzo en 2014.

Edurne ha destacado más este año por ser la pareja del futbolista del Manchester United David De Gea, que por su música; sobre todo después de lanzar sus despectivas opiniones sobre lo fea que le parece la ciudad de Manchester en el programa de televisión de Pablo Motos. Por ello, la artista fue blanco de numerosas críticas por parte de la afición inglesa. Además, la cantante ha tenido que aguantar la oleada de mofas del fichaje frustrado de su novio por el Real Madrid e incluso comentarios sobre crisis entre los dos, rumor que fue desmentido por un amigo íntimo de la pareja.

Eduardo García

Este verano saltaba a las pantallas la imagen de Eduardo García, el niño prodigio que interpretaba el papel de Josemi en la serie de televisión «Aquí no hay quien viva». Pero esta vez no era ese niño entrañable. El madrileño fue noticia por un vídeo que se hizo viral, en el que entonaba un rap a la vez que fumaba porros e insultaba tanto a la Policía como a los medios de comunicación.

«La puta tele solo quiere envenenar», decía en la letra de la canción por la que fue trending topic en Twitter durante varios días. El «artista», que hace apología de las drogas y la desobediencia a la autoridad, desprestigia el medio que le lanzó a la fama. Una campaña muy poco digna que hace añorar los tiempos en los que el pequeño hijo del presidente Juan Cuesta «de esta nuestra comunidad» se entrometía en la vida adulta, con la gracia característica del niño inocente que era.

Toño Sanchís

Un hombre que vivía a la sombra, que movía discretamente los hilos del sensacionalismo de la pequeña pantalla y que mordía a su antojo la mano que le daba de comer. Toño Sanchís siempre fue más famoso por su clientela que por él mismo: representante artístico de personajes de la farándula patria y, entre ellos, también de la siempre controvertida Belén Esteban.

«La princesa del pueblo» confesó recientemente el engaño continuado al que, al parecer, le ha sometido Toño Sanchís. El famoso agente estuvo meses diciendo a Belén Esteban que, durante sus ausencias, la productora de los programas en los que aparecía habitualmente no le pagaba su sueldo. No era así. La exmujer de Jesulín de Ubrique acusa a Sanchís de haberle engañado y haberse quedado sumas que le pertenecían a ella.

En poco tiempo, el agente ha pasado de ser la mano derecha de algunos de los más reconocibles rostros de la televisión a ingerir 40 pastillas en un supuesto intento de suicidio. Las acusaciones de Esteban, a la que podría haber estafado cerca de un millón de euros, incluyen desde falsos actos benéficos hasta dudosas facturaciones. Un exceso de codicia que le llevó a considerar insuficiente el 30% que ya de por sí se llevaba de los nada desdeñables ingresos de Belén Esteban.