Los mejores restaurantes para comer pizza en Madrid
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Los mejores restaurantes para comer pizza en Madrid

Cada uno aporta un valor diferente a la pizzas y en todos se puede degustar

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Cada uno aporta un valor diferente a la pizzas y en todos se puede degustar

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  1. La música acompaña en Lamucca

    lamucca.com

    Hay tres restaurantes en Madrid bajo este nombre: uno en la calle Prado, en el barrio de Las Cortes; otra en la calle Pez, en pleno centro de Malasaña, y el tercero que acaban de inaugurar en la calle Almagro, en pleno distrito de Chamberí. Son independientes con algunos platos en común y platos propios de cada establecimiento. Y todos tienen en común sus esponjosas pizzas, únicas. Las de boletus tienen tremendo éxito entre los comensales.

    Su propósito es que el cliente «deguste una comida de calidad y casera pero de corte desenfadado con un servicio atento, una ambientación actual y atractiva basada en la elección de materiales básicos y unos precios al alcance de la mayoría de bolsillos». Música y posibilidad de tomar copas y cockteles o salir a la terraza completan la oferta y la personalidad de este restaurante.

  2. Atrévete con dos kilómetros de pizza

    abc

    Este restaurante ya tiene tres años de historia. Y es famoso en Madrid no sólo por su originales propuestas de venta sino también por la calidad de sus pizzas. No en vano, son diseñadas y testadas por Jesús Marquina, cuatro veces campeón del mundo de pizzas. Se elaboran con harinas exclusivas importadas de Italia y son cocinadas a la vista de todos en el horno de pizzas gourmet más grande del mundo.

    El restaurante Kilómetros de Pizza se encuentra en la Avenida de Brasil, número 6. Tiene grandes curiosidades, por ejemplo, un contador en el que se registran los centímetros, metros y kilómetros vendidos de pizza. El contador nunca para y, cada vez que anota un kilómetro consumido de pizza, sucede algo importante: puede ser invitado a cenar o presenciar una actuación especial.

    El restaurante reta a sus clientes a comer pizzas de hasta dos metros de longitud, o a comer una pizza del tamaño de la altura del comensal.

  3. Picsas auténticamente argentinas

    belén díaz

    En el barrio de Chamberí, se ha puesto en marcha este año el restaurante Picsa, donde comer la verdadera pizza argentina de masa más gruesa y esponjosa que la italiana y con más queso que una napolitana. Este local de estilo industrial se encuentra en la calle Ponzano 14 y en él se cocina en horno de leña de encina, algo que le distingue. Ofrece 14 tipos diferentes de pizzas, de tamaño para dos personas y un precio bastante asequible: entre 15 y 25 euros.

  4. Pizza siciliana de pura cepa en Mercato Balleró

    belén díaz

    Dirigido por un siciliano de pura cepa, Angelo Marino, este restaurante en la calle Santa Engracia, 24 presenta la cocina típica italiana. Cuenta con dos plantas, una baja con barra y mesas altas tipo bar para picotear algo. Y la segunda más formal y cuidada, para sentarse a cenar o comer con mantel. Ofrecen auténtica pizza italiana. Ahora de lunes a jueves se puede aprovechar para probar una pizza de embutido siciliano, elaborada con masa madre de harina ecológica y queso y embutido casero traído directamente de Sicilia.

  5. El Vesuvio, pizzas en una tasca en Hortaleza

    abc

    Muchos creen que en este restaurante se hacen las mejores pizzas de Madrid. Realmente la pizzería Vesuvio no es un restaurante al uso, más bien parece un bar de barrio de toda la vida. Tiene dos pequeñas barras y una pequeña terraza en la calle Hortaleza, en la que es muy difícil encontrar sitio habitualmente. Es decir no hay mesas, por tanto no es un lugar donde ir a comer con sobremesa, ni en grandes grupos. Aparte de las pizzas de masa fina y crujiente, tiene deliciosos platos de pasta, lasaña y merece la pena el pan de ajo. Tiene servicio a domicilio.

  6. Don Lisander, más cerca de Italia

    belén díaz

    Dos italianos manejan una de los mejores restaurantes de pizzas de Madrid, como es este de la calle Infanta Mercedes, 17. Alberto Carta, que tenía una trattoría en el Lago du Como y se vino hace tres años a la ciudad, y su hijo Stéfano. Este de Madrid no es un restaurante ostentoso, por el contrario. Oferta casi treinta propuestas de pizzas diferentes. Destacan todas, algunas más tradicionales y otras más innovadoras, por su masa fina y crujiente. También gustan sus pastas elaboradas artesanalmente con ingredientes de calidad.

  7. Pizza al corte

    pizzaalcuadrado.com

    Original en su presentación, este restaurante hace gala también de una masa para sus pizzas fuera de serie. Pizza al Cuadrado en la calle Ballesta 10 (también hay en Nuevos Ministerio y Callao) tiene muchísimas propuestas que cambian todos los días. Y las pizzas se sirven al corte que elija el cliente, cada comensal escoge la cantidad exacta que quiere comer.

    Las pizzas son todo un universo de variedades: de productos frescos y de temporada, o artesanales y tradicionales, o exóticos y arriesgados... Incluso trabajan con embutidos italianos propios. Hay alimentos que se incluyen como cayena picante, butifarra catalana, brocoli al vapor, berenjenas o achicoria. La masa elaborada a mano todos los días en su obrador es tremendamente esponjosa.

  8. Libros y pizzas artesanas

    pizzateca.com

    Desde que abrió en 2010, el objetivo de La Pizzateca (Calle León, 26) en pleno barrio de Las Letras es crear pizzas artesanales, saludables y ligeras, respetando los tiempos de fermentación natural y una óptima cocción. Cada día propone una amplia carta de pizzas en porciones (estilo romano) o redondas (estilo napolitano). También calzones, rústicos, lasañas… Como característica ofrece una interesante oferta de libros que hacen de este espacio un lugar de encuentro entre comida y cultura. «Con el Menú de las Letras queremos fomentar el interés por la lectura», reza en la web del restaurante.

    Esta gran idea es de Alejo Ruocco, arquitecto y pizzaiolo, que aterrizó en Madrid después de una larga estancia en Nueva York; junto a Rosa Ruocco, quien desde su experiencia como editora descubre los placeres de la lectura, y Pascal Suter, diseñador y gourmet.

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