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Sara Hernández recibía, el domingo, la felicitación de su oponente, Juan Segovia - maya balanya

Sara Hernández, la voz de Pedro Sánchez en el socialismo madrileño

La nueva secretaria general del PSM tiene seis meses para frenar la sangría de votos y de afiliados

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Sara Hernández ya es, desde ayer domingo, la nueva secretaria general del Partido Socialista Madrileño (PSM). Se convierte así en la primera mujer que asciende a la cúpula de los socialistas madrileños aunque, eso sí, lo ha hecho con raquítico resultado electoral: 3.693 votos. En el PSM hay poco más de 15.000 afiliados. Han sido unas elecciones primarias muy especiales porque, en el fondo, su mandato sólo durará unos siete meses, es decir, hasta el próximo congreso ordinario.

Hernández arrancó la campaña electoral de esta primarias como favorita. Salía como la candidata del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y, por lo tanto, del «aparato» de Ferraz. Ella no ha dicho ni que «sí» ni que «no» y se molestaba cuando en público, su contrincante en estos comicios de primarias, el diputado Juan Segovia, la llamaba «candidata oficialista».

Lo que está claro es que cuando Sara presentó su candidatura a, mediados de junio, estuvo arropada _en la sede del PSM, en la plaza de Callao_ por alcaldes socialistas de municios madrileños. A Juan Segovia no le pasó lo mismo aunque este parlamentario regional ha venido presumiendo de contar el aval de Felipe González y el apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero.

La nueva secretaria general de los socialistas madrileños entra en Callao con un PSM muy dividido y con diversas «familias» que se comen el chocolate a espaldas.

Hasta este momento, y desde febrero, el PSM se ha regido por una Comisión Gestora que, presidida por Rafael Simancas, ha venido «organizando» los tiempos y el mal ambiente dejado por Tomás Gómez, anterior secretario general, cuando fue defenestrado por el secretario general, Pedro Sánchez, precisamente aquel mes de febrero. Gómez le echó un pulso a Sánchez y lo perdió: quiso ser el candidato a la Comunidad de Madrid para las pasadas elecciones del 24 de mayo y le hicieron ver, claramente, que iba a ser un fracaso cantado. El «tomasismo» no hacía más que perder votos, escaños y afiliados.

Sara Hernández no se considera «tomasista» pero sí ha dejado caer que podría contar con Gómez. Esta cuestión, tampoco la ha dejado demasiado clara. «Yo pretendo un proyecto político único, compartido por todos, que recoja pluralidad. Que todo el mundo se sienta reflejado». Y de ahí, no salía.

Hernández es también alcaldesa de Getafe. No fue la lista más votada el 24-M (lo fue la del PP), pero esta licenciada en Derecho por la Univrsidad Carlos III agarró el bastón de mando gracias un pacto de investidura con Ahora Getafe (Podemos) que ya está roto por discrepancias con los sueldos y las atribuciones de los miembros de la Corporación municipal getafense.

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