Los candidatos a la Comunidad buscan el voto en la protectora El Refugio

En la igualada carrera a la presidencia de la Comunidad de Madrid, los diferentes candidatos han encontrado en la protectora El Refugio una potencial fuente de votos. Su posición, no obstante, está hipotecada desde el pasado mes de marzo, cuando la Asamblea aprobó por unanimidad la consideración de la ILP (Iniciativa Legislativa Popular), presentada por dicha organización, que reclama la prohibición del sacrificio de animales abandonados.

Si primero fueron Cristina Cifuentes, aspirante del PP, e Ignacio Aguado, su homólogo en Ciudadanos, quienes se interesaron por la labor desarrollada, con la manifestación pública e inequívoca de llevar adelante la reforma de la actual Ley de protección animal, hoy ha sido es el turno de Ramón Marcos, de UPyD, que ha hecho lo propio en el Centro Veterinario de El Refugio.

Marcos, acompañado por Gabriel López, diputado «magenta» en la Asamblea, ha mostrado su preocupación por el abandono de mascotas así como la seguridad de acabar con el sacrificio sistemático de éstas. Su postura, en este sentido, concuerda con la mantenida durante toda la legislatura, a favor de la modificación de la controvertida ley.

A falta de concretarse nuevas reuniones con el resto de cabezas de cartel, estos encuentros se engloban dentro de la ronda que Nacho Paunero, presidente de la organización animalista, pretende mantener con cada formación.

La mera imagen del candidato con la camiseta y el gesto del cero, referidos a la iniciativa «sacrificio cero», ya es considerada como una victoria desde El Refugio. Contemplan cómo su trabajo de años está a punto de alcanzar su propósito, sostenido en las 61.832 firmas que presentaron a la Asamblea regional el 5 de septiembre de 2014, casi 12.000 más de las requeridas por Ley. Los adelantos de los aspirantes en ese sentido, conscientes del componente moral y humano de la propuesta, acercan el final de una legislación que ampara el sacrificio de los animales diez días después de ser recogidos.