Los primeros usuarios que visitaron la estación de Mirasierra
Los primeros usuarios que visitaron la estación de Mirasierra - óscar del pozo

Pasión «friki» por el Metro de Madrid

Apasionados del suburbano coleccionan historias y recuerdos y no se pierden una inauguración. «Apoyamos su expansión»

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El Metro de Madrid vuela... escoltado por una legión de fervientes admiradores, que no se pierden una inauguración y acumulan anécdotas y batallitas sobre el suburbano. La apertura ayer de la nueva estación de Metro Paco de Lucía, la primera que se estrena en la presente legislatura, dejó al descubierto a varios grupitos de ciudadanos que han abierto blogs y páginas en las redes sociales para compartir su pasión sobre esta infraestructura que data de 1919. Aficionados y expertos que al pisar por primera vez los nuevos andenes comentaban cada detalle con los ojos bien abiertos, incluido el número de unidad del convoy en el que se montaron en la parada anterior de Mirasierra, a las 15 horas.

Allí estaban los de la Asociación de Amigos del Metro de Madrid «Andén1»

, integrada por ingenieros, informáticos, historiadores, abogados, periodistas o trabajadores de la propia empresa pública, que les ha cedido un local en la estación de Atocha, donde se reúnen semanalmente y dan charlas para iluminar a otros aficionados con su conocimiento acumulado. Qué tipo de trenes se usan, cómo funcionan, cómo es la señalización... Todo desde un punto de vista altruista y romántico.

Campaña por un Museo del Metro

Jorge Serrano, periodista de 23 años en paro, es el portavoz de este colectivo, que mantiene una postura crítica por que Madrid no tenga su propio museo del Metro. «Es una pena. Deberíamos estar en la liga de ciudades como Berlín y Londres, que conservan la historia de sus metros con un recorrido que abarca desde los primeros coches de caballos hasta los vagones más modernos», lamenta. Este joven apasionado por el suburbano acudió al estreno de la estación Paco de Lucía con Jaime Touzón, informático de 52 años, que no se ha perdido ninguna de las inauguraciones desde que se fundó el colectivo, en septiembre de 2006.

Los dos amigos posaron ante el fotógrafo de ABC desplegando una pancarta de apoyo a Metro. Sin rubor, se definían a sí mismos como «frikis» de este modo de transporte público. «Sí, somos unos frikis. El tren también nos gusta, pero el metro tiene algo que engancha... Venimos siempre que estrenan una nueva estación, para apoyar su expansión. Nos conocemos todos, sabemos quiénes somos», señalaban mientras desviaban su mirada al gran mural de 300 metros cuadrados con el rostro del genio del flanco que preside la estación nueva.

Pero ellos, en realidad, se fijaban en los aspectos más técnicos. «La mayoría de los metros del mundo tienen la toma de electricidad en un tercer raíl, al lado de la vía, pero el nuestro es de catenaria, va con hilo aéreo», esbozaba uno de ellos, que se arrancaba explicando las particularidades de la Línea 9, de galibo ancho. «El de Madrid es el que más estaciones tiene por habitante, con 301», apuntaba orgulloso el otro amigo, que señalaba las diferencias entre las obras con tuneladora o el método tradicional de «A pico y pala».

El primer convoy a Paco de Lucía

Los primeros en bajarse en esta cabecera de la Línea 9 lo hacían con la pretensión fetichista de inmortalizarse junto al gran mural del genio del flamenco, fallecido hace un año y a quien se le dedica la parada suburbana del que fue su lugar de residencia en la capital. Impacientes y armados con sus cámaras de afición, los viajeros del primer convoy que partió pasadas las 15 horas de la estación anterior, Mirasierra, curioseaban por la nueva infraestructura situada en la calle Costa Brava.

La puesta de largo de la nueva estación se hizo sin la pompa oficial después de que se suspendiera el acto de inauguración, a cargo del presidente regional, Ignacio González, por el luto debido a las víctimas del accidente aéreo en Los Alpes. Pero el color del rompedor mural de 300 metros cuadrados con el rostro de Paco de Lucía iluminó el estreno, muy celebrado por otro chaval que lucía una camiseta con el logo del suburbano madrileño mientras posaba para su novia bajo la imagen del guitarrista flamenco.

«Vimos en la página oficial de Metro Madrid que se abría hoy y hemos venido a ver cómo ha quedado», decía este estudiante de Derecho de 23 años, Fernando Fanjul. También autoproclamado «friki», tiene una página en Facebook dedicada al metropolitano, «Estación en curva». Bajando a pie, una mujer y su padre que habían venido desde Cuatro Vientos a visitar la nueva obra comentaban con fastidio que las escaleras mecánicas de acceso no funcionaban en ese momento. «Será para ahorrar», ironizó la hija. Tras ellos, una joven de origen latino, Celia Torres, se apresuraba a coger el próximo convoy de salida. «Me viene fenomenal. Trabajo en una casa por las mañanas y ahora me ahorro una buena caminata», comentó sonriente.

Estación intermodal

Otro vecino de Mirasierra ponderaba las ventajas de la nueva boca de Metro, que le evitará cambiar del autobús al metro en Plaza de Castilla. «En Madrid tenemos posiblemente una de las mejores infraestructuras de transporte público del mundo», se congratulaba este investigador, José de Nó, sin obviar las reticencias de algunos vecinos del barrio, residencial, ante la llegada del metro. «Hay quien piensa que favorecer la accesibilidad es un incordio...» El Gobierno regional ha invertido 191 millones en la ampliación de la Línea 9 y sus dos estaciones, Mirasierra y Paco de Lucía, que se conectará con las líneas C3, C7 y C8 de Cercanías. Las obras de la futura estación de línea ferroviaria regional culminarán entre agosto y septiembre.

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