Isabel Mateos «La pechotes», junto a «El Cani», con camiseta morada, y «El Niño», justo detrás
Isabel Mateos «La pechotes», junto a «El Cani», con camiseta morada, y «El Niño», justo detrás - abc

«La Pechotes», con la cúpula de Ultras Sur

La amiga íntima del «Pequeño Nicolás» aparece fotografiada en una discoteca con algunos de los cabecillas encarcelados por extorsionar a un conocido y hacerse pasar por policías

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Isabel Mateos, la amiga íntima del «pequeño Nicolás», apodada «La Pechotes», aparece en una fotografía con algunos de los cabecillas de los Ultras Sur encarcelados por extorsionar a un conocido y exigirle 10.000 euros, bajo la amenaza de propinarle una monumental paliza.

En la imagen, arriba, con camiseta morada figura «El Cani», y justo detrás de él aparece «El Niño». La fotografía se realizó en una discoteca de la capital hace tiempo. «La pechotes» se ha convertido en un personaje público a raíz de su defensa encendida del «pequeño Nicolás».

Dinero fácil

Pero esa es otra historia. Desde que la cúpula de los Ultras Sur dieran un golpe de estado que les hizo hacerse con el control de la organización, a finales de 2013, la cúpula radical arrestada por la Policía Nacional esta semana se había especializado en la delincuencia.

Robos en trasteros, vuelcos y robo en casas de narcotraficantes (con botines de 200.000 euros en joyas y 20.000 en metálico) simulando ser policías, tráfico de drogas y anabolizantes, junto a las extorsiones, eran los métodos que empleaban para hacerse con dinero fácil. Este les servía, de un lado, para seguir realizando sus ilícitos negocios, y en gran parte, para llevar un tren de vida muy elevado. Así lo aseguran fuentes de la investigación.

Antonio Menéndez, «El Niño», de 30 años, con 18 antecedentes penales; Javier Oviedo, «El Bombero», de 34, con seis, y Daniel Fernández, «El Cani», de 33 y once detenciones, están ya en prisión, acusados de extorsionar a un conocido en Puente de Vallecas.

«Necesitan mucho dinero para vivir como vivían. Pasaban hasta dos meses de vacaciones en Ibiza, usaban relojes caros, al igual que sus ropas», precisan las mismas fuentes. Estos grupos de hooligans suelen estar vinculados al tráfico de estupefacientes pero no de forma tan visible como estos que actuaban sin ningún tipo de pudor, agregan.

Al frente del nuevo Drakkar

Otra de sus fuentes de ingresos procedía del bar Sherwood, sustituto del Drakkar, junto al Bernabéu, punto de encuentro de los Ultras Sur, a través de las consumiciones y el merchandising, que regentaban.

«El Niño», que lidera Outlaw, su propio grupo neonazi, y sus secuaces, mantuvieron una guerra sin cuartel con la vieja guardia de los Ultrasur liderada por José Luis Ochaíta y Álvaro Cadenas para hacerse con el poder. Uno de los últimos episodios ocurrió en junio de 2014 cuando en un funeral de una radical Cadenas amenazó con un arma de fuego a «El Niño». En diciembre de 2013, este último junto a otros ultras trataron de hacerse también con el control del Frente Atlético y apuñalaron a varios hinchas. Hubo tres heridos.

Un mes antes se produjo otra brutal agresión en el entorno de los Ultras Sur, esta vez en el bar Drakkar que acabó a botellazos. Ese fue el principio de su liderazgo. Desde entonces, los viejos cabecillas, denominados Veteranos, y los nuevos se cruzan amenazas por las redes. No pueden ni verse.

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