Imagen de la Inmaculada, a la derecha, en la iglesia de las Trinitarias del barrio de Las Letras
Imagen de la Inmaculada, a la derecha, en la iglesia de las Trinitarias del barrio de Las Letras - isabel permuy
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Miguel de Cervantes, a los pies de la Inmaculada del convento de las Trinitarias

Hallan nuevas tumbas que la Iglesia autoriza a revisar, aunque se cree que el cuerpo está a los pies de la Virgen

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La limpieza y acondicionamiento del claustro de la Iglesia de las Trinitariasdel barrio madrileño de Las Letras, donde el sábado comenzará la segunda fase de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes, ha dejado al descubierto una zona de enterramientos que no se conocía, y que está formada por entre cuatro y ocho sepulcros. El Arzobispado dio ayer mismo los permisos para investigar también en esta zona, no prevista en un principio, a la vez que se busca en los nichos. No obstante, fuentes del proyecto aseguran que la tesis que se sigue manteniendo como la más plausible es que la tumba del genial escritor español sea una de las dos que el georradar localizó a los pies de la imagen de la Inmaculada, muy cerca del altar mayor.

Los últimos hallazgos en la cripta –que se localizaron cuando se limpiaban la superficie y las paredes para convertir este espacio en un laboratorio de campaña– son varios enterramientos, en un número aún indeterminado entre cuatro y ocho.

El georradar –que controla el experto Luis Avial– ha descubierto que allí existen oquedades compatibles con tumbas. Aunque no se conocía ni se contaba con este nuevo campo de investigación, los expertos que se encargan del proyecto –dirigidos por el antropólogo forense Francisco Etxeberría y el historiador Fernando de Prado, junto al geofísico Luis Avial– consideraron adecuado estudiar también estos sepulcros, para lo cual se ha solicitado el correspondiente permiso.

El Arzobispado ya ha dado «luz verde» a estos nuevos análisis, aprovechando que los trabajos en la cripta se inician este sábado; de este modo, no quedará sin investigar ninguna posible ubicación de la tumba del escritor de «Don Quijote de la Mancha».

No obstante, la finalidad última de esta segunda fase de la búsqueda no eran esas nuevas tumbas, una sorpresa inesperada, sino el análisis detallado de los nichos –entre 30 y 33– que alberga la cripta.

Una microcámara penetrará en cada uno de estos receptáculos, para poder «ver» su interior sin necesidad de abrirlo. Si mediante este procedimiento se descubren restos susceptibles de corresponder a un varón, de unos 70 años, se extraerán los restos para analizarlos «in situ».

Laboratorio de campaña

Para ello, explicó a ABC Francisco Etxeberría, se montará un laboratorio de campaña en la cripta, que tiene suficiente anchura, altura y luz como para poder trabajar allí con comodidad. Se espera contar con cuatro equipos de expertos, que trabajarán simultáneamente en mesas que se instalarán directamente en el lugar. Calculan que esta labor, continuada e intensiva – «una vez que se empieza una tarea así, no se puede parar porque es sábado», explica gráficamente el antropólogo forense–, podrá durar en torno a diez días.

«Cuando se empieza una tarea así, no se puede parar ni en sábado»

Los expertos –hay forenses, antropólogos, especialistas en momias, odontólogos, historiadores, ingenieros...– realizarán un análisis completo de los restos que se analicen: harán fotografías, examinarán los cadáveres, y después volverán a sus nichos para restituir todo a su situación inicial, que es una de las condiciones que el Arzobispado y la congregación de religiosas de clausura que viven en la iglesia han puesto.

Si de esos primeros análisis se dedujera la necesidad de profundizar en la investigación, serán necesarios nuevos permisos para sacar cualquier resto del templo y llevarlo a analizar a otros centros externos.

Desde la cripta es posible físicamente «atacar» una zona del suelo de la iglesia de las Trinitarias, situada a apenas 40 centímetros de distancia desde este punto. Se trata del lugar, situado bajo la imagen de la Inmaculada, que el primer estudio con georradar llevado a cabo en el templo en abril del año pasado señaló como una posible ubicación de un doble enterramiento.

«Hay una oquedad bajo la Inmaculada donde podría estar el enterramiento doble»

Desde un principio, cuando se presentaron las primeras conclusiones de los trabajos del equipo de expertos, ya se apuntó que este lugar es el que daba «mejores vibraciones» a algunos de los miembros del equipo. Es una oquedad compatible con un enterramiento doble, con orientación este-oeste –contraria a la que tienen el resto de las encontradas–. No tiene conexión con la cripta, pero sí se puede llegar a la doble sepultura desde aquella, sin dañar el templo ni interferir en la vida religiosa del lugar ni de las monjas.

Esta, insisten las fuentes del proyecto, «es la línea de investigación que se va a seguir», independientemente de que se estudien también las últimas tumbas recién descubiertas en el suelo de la cripta. Una ampliación de los trabajos que aunque no estaba inicialmente prevista, se va a llevar a cabo por razones evidentes de oportunidad, y no supondrá un incremento en el presupuesto de los trabajos, aseguran.

Tumbas en varias zonas

Los expertos explican mañana viernes en un acto público todos los detalles sobre esta segunda fase de la investigación, que se va a comenzar el sábado en la cripta de la iglesia. Durante la primera parte de los trabajos, los datos aportados gracias al georradar indicaron la existencia de oquedades que podían corresponderse con tumbas en varias zonas de la iglesia.

Además de las ya señaladas de la cripta, las recién descubiertas y la «favorita», bajo la imagen de la Inmaculada, el equipo de Luis Avial también localizó otro enterramiento con una lápida ligeramente inclinada; otra área con anomalías dignas de estudio –entre tres y cinco enterramientos–, en la parte del templo más cercano a la calle Lope de Vega.

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