Nepotismo en el Gobierno de Valdemoro: los «líos» de Granados y los suyos

La Operación Púnica llevada a cabo por la Guardia Civil este lunes ha destapado no solo uno de los mayores casos de corrupción local municipal y regional en la Comunidad de Madrid, sino el flagrante nepotismo que impera en el Ayuntamiento de Valdemoro.

A primera hora de este lunes, los agentes de la Guardia Civil detuvieron a Francisco Granados, el ex Secretario General del PP de Madrid y alcalde de Valdemoro de 1999 a 2003. Los agentes de la Unidad Central Operativa de la Benemérita registraron el Ayuntamiento durante más de once horas y arrestaron al alcalde, José Carlos Boza (PP), y al primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Javier Hernández.

Casualmente, el hermano de José Carlos Boza –que es guardia civil– está casado con la secretaria personal de David Marjaliza, detenido el lunes.

El empresario de Valdemoro es uno de los ejes sobre los que se articula la Operación Púnica. Marjaliza es amigo de la infancia de Granados y es quien ha actuado como conseguidor entre políticos, empresarios y sociedades, en especial con Cofely, la entidad a la que se han adjudicado al menos tres contratos millonarios por parte del Ayuntamiento de Parla y Valdemoro.

Tras la detención de Boza y Hernández, quien tenía derecho por ley a ejercer como regidor era al «número 3» del Gobierno local, es decir, a Germán Alarcón. Pero resulta que, además de ser el segundo teniente de alcalde y concejal de Cultura, Desarrollo Local de Empleo y Comercio, es el hermano de la esposa de Francisco Granados. Y Salguero, para más INRI, también es guardia civil.

No obstante, el cuñado de Granados anunció este martes su renuncia a asumir el puesto de regidor. Esta decisión implica que Manuel Salguero, Concejal de Deportes, Urbanismo y Transporte, es quien finalmente asumirá la alcaldía en funciones.

Pero, por si fuera poco, los nexos familiares entre los miembros del equipo de Gobierno municipal tampoco acaban aquí: la mujer de Manuel Salguero es hermana Jesús Moreno Torres, el concejal de Seguridad. En Valdemoro, todo queda en casa.