Tres historias de ganadores de la Lotería de Navidad
Puede que recibir uno de los galardones del sorteo no haga rico a nadie pero sí ayuda a solventar problemas económicos y lleva la alegría a los barrios donde tocan y dejan historias curiosas
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Puede que los premios del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad no den para jubilarse de forma prematura y vivir una vida de lujo y despreocupación, pero sí que sirven como desahogo para pagar la entrada de un piso o una hipoteca, para montar ese negocio que hasta ahora solo eran palabras o para hacer el viaje siempre soñado, en definitiva, para hacer la vida más fácil, más holgada, tener la cartera más llena y, por qué no, darse un capricho. Además, estos galardones dejan administraciones y hasta barrios enteros llenos de alegría -normal es ver cada 22 de enero los telediarios abriendo con imágenes de gente sonriente abriendo botella de champán- e historias curiosas repartidas por toda la geografía española. A continuación, tres ejemplos:
En Madrid: El Quinto que devolvió un barrendero
Los barrenderos de la capital española están acostumbrados a encontrarse con todo tipo de objetos. Pero lo que le ocurrió a un trabajador de limpieza que desempeñaba sus funciones en la calle de Antonio López, en el madrileño distrito de Usera, es, cuando menos, extraño. El funcionario trabajaba duramente en enero de este año cuando halló un maletín que contenía dos participaciones de la Lotería de Navidad . Cuál fue sorpresa: su número coincidía con un Quinto premio del sorteo que había tenido lugar unas semanas antes.
Fueron requeridos en el lugar agentes de la Unidad de Apoyo a la Seguridad de la Policía Municipal, que fueron los encargados de abrir la maleta y descubrir los boletos. Además de las dos participaciones, había un décimo premiado con la pedrea . Tras realizar las diferentes pesquisas, los agentes comprobaron que el dueño de la maleta había denunciado que se la habían robado en el aeropuerto de Barajas, por lo que la Policía se puso en contacto con el hombre y se procedió a su devolución. Un premio que podría ser catalogado como el Quinto que devolvió un barrendero.
En Comunidad Valenciana: El número de la suerte
Belén Sánchez lleva tatuado el 21015. 21, la edad con la que abrió su negocio. 15, el día que nació. Un número especial que el 22 de diciembre de 2018 tomó un cariz mucho más extraordinario al alzarse con el segundo premio de la Lotería de Navidad . La buena suerte de Belén regó con 15 millones de euros –125.000 al décimo– a más de 120 personas. Ella fue quien trajo los décimos a la cafetería que regenta en el barrio de La Florida de Alicante desde Almansa (Albacete), su pueblo natal, tras diez años jugando el mismo número.
«Estaba poniendo cafés y una clienta me dijo, señalando a la televisión: “¡Belén, el número!”», relataba hace un año a ABC. La noticia corrió como la pólvora a través de las redes de la plataforma «Soy de La Florida», una entidad que dinamiza las actividades de la zona, y los vecinos se acercaron a festejar la buena nueva. Belén hablaba de aquella jornada regada con cava en el mismo negocio y con mucha nostalgia. «Daría todo por volver a revivir ese momento. Fue el más grande de mi vida. Es una sensación indescriptible y ójala todo el mundo pudiera vivirla alguna vez. Me tiré cuatro noches sin dormir solamente de pensar que con un número de mi pueblo, le había alegrado la vida a mucha gente», recordaba.
En Galicia: Una ayuda para seguir trabajando
El 71.198 puede ser un número como cualquier otro, menos para una parte de los vecinos de la localidad lucense de Vilalba, que ganaron el primer premio de la Lotería de Navidad hace tres años. Entonces, la administración de lotería «El Alcázar» vendió 130 series mientras que fueron 500 los décimos vendidos por el Bar Cascudo, cada uno de ellos con un importe de 400.000 euros –320.000 si se descuentan los impuestos de Hacienda–. Desde entonces, los ganadores han mejorado su calidad de vida, pero desde la más absoluta prudencia, tal y como reconocía un año atrás David Eimil, uno de los encargados e hijo de la dueña del bar agraciado. Él y su familia, además de haber repartido la suerte entre sus vecinos, también recibieron una parte del premio: «Nosotros seguimos haciendo lo mismo, no hemos cambiado nada en nuestra vida, aunque sí que es verdad que es inevitable vivir un poco más tranquilos», admitía Eimil. «Yo he querido invertir el dinero en la reforma del bar para mejorarlo», aseguró para posteriormente reconocer que su plan es continuar trabajando.
Si tienes una corazonada con un número y crees que puedes convertirte en protagonista de una historia similar, puedes buscar la cifra con nuestro localizador .
Y, si llegado el 22 de diciembre, día en que se celebra el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, quieres saber si te has hecho con alguno de los premios, puedes utilizar nuestro comprobador .
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