Los números «malditos» de la Lotería de Navidad que nadie quiere

La superstición juega un papel muy importante para muchos de los que acuden a alguna administración para comprar un décimo de la Lotería de Navidad . A pesar de su mala fama y de lo que se pueda pensar a priori, el 13 –número de la mala suerte por excelencia– es uno de los más solicitados, año tras año . No pasa lo mismo con otras cifras, que por ser consideradas «feas» o «raras» sufren el desprecio de los compradores.

A pesar de que las 100.000 bolas del bombo tienen las mismas posibilidades de caer en las manos de los niños de San Idelfonso, hay quien se decanta por comprar boletos que terminen en 9 o en 7 (los más vendidos detrás de los acabados en 5 y 3). Esto denota que los clientes de la Lotería de Navidad prefieren los números impares a los pares –ejemplo de ello es el 15, la «niña bonita», muy solicitado–. Tampoco gustan demasiado los décimos que presentan números repetidos o cifras muy bajas , con varios ceros a la izquierda.

Por otro lado, también se pueden encontrar números «malditos» que responden a acontecimientos históricos, a fechas concretas. Como explicaba ABC dos años atrás , las cifras 36 y 39 no eran muy populares entre el público porque traía recuerdos de uno de los periodos más tristes de la Historia de España: la Guerra Civil .

Dejando de lado las supersticiones y las corazonadas, sí que es verdad que existen números que, avatares del destino, han sido menos premiados en los 206 sorteos que se han celebrado a lo largo de la historia de la Lotería de Navidad. Según contaba el portal de RTVE hace un año , el Primer Premio nunca ha terminado en 09, 10, 13, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82. Por su parte, el 1 es la cifra menos premiada , seguida del 2 y el 9.

Si nos vamos al otro extremo del número premiado y nos fijamos en el principio, El Gordo de la Lotería de Navidad nunca ha empezado por 27, 37, 39, 41, 44, 51, 64, del 66 al 75, 77 y del 80 al 99. En cambio, hasta en tres ocasiones ha comenzado por 00, un comienzo muy denostado por los más maniáticos.