La Navidad asoma a la vuelta de la esquina y hay una imagen que, junto con los adornos en las calles y los dulces en los supermercados, se repite año tras año: una multitudinaria cola de personas en busca de un décimo de lotería. No se trata de un décimo cualquiera, sino de uno de la madrileña administración de Doña Manolita, con 113 años de historia y 76 Gordos de la Lotería de Navidad repartidos.
Son muchos quienes se acercan a por un boleto a este emblématico lugar, sin importar los kilómetros de viaje . La superstición de adquirir un número en esta administración se suma a otras como la de hacerse con una terminación determinada o compartir el décimo siempre con una misma persona. Todo es válido para tratar de atraer a la suerte. En un mes, el 22 de diciembre, la ilusión tiene una cita en el Palacio Real de Madrid.
Doña Manolita y su atracción constante
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