División entre los ganaderos como antesala de la tractorada en Santiago

La disparidad de opiniones entre los ganaderos gallegos se hace cada vez más evidente. No pocos decidieron al margen de las organizaciones agrarias permanecer en el centro de Lugo terminada la multitudinaria manifestación del jueves y cerca de dos centenares de tractores permanecían aún ayer en la zona, después de que en la asamblea celebrada el viernes a última hora de la noche se votase a favor de la desmovilización. Parte de los asistentes decidían entonces abandonar la concentración y otros continuar con la protesta.

La razón para que un nutrido grupo de los manifestantes depusieran su actitud fue la visita de la conselleira y los argumentos que ofreció a los doce representantes que pudieron reunirse con Rosa Quintana en la tarde del viernes.

Las explicaciones de la representante autonómica que, según palabras de Roberto López, uno de los portavoces de los ganaderos, «nos atendió muy amablemente», fueron suficientes para cumplir su compromiso de disolver la concentración y así lo trasladaron al resto de sus compañeros, a los que en parte no lograron convencer.

«La conselleira nos trasmitió lo que estaba haciendo y lo que hará en los próximos días, algo que nadie nos había trasladado hasta ahora», señaló López. Sobre lo tratado en la reunión era la propia Quintana quien ayer aclaraba, desde Orense, que «el objeto del encuentro no era dialogar sobre si se desconvocaba o no la protesta». Según dijo, explicó a los ganaderos los pasos dados tanto por la Xunta como por el Gobierno central y el resto de comunidades afectadas para que la Unión Europea «mantenga rentables» las explotaciones ganaderas de leche por largo tiempo.

Este lunes hay reunión en Bruselas con el objetivo de consensuar una postura común para todos los países de la UE, que la ministra Isabel García Tejerina ya ha abordado con sus homólogos de Francia, Italia y Portugal. El objetivo es tratar de solucionar la grave crisis en el sector lácteo y Quintana insiste en que «se está trabajando para pagar un precio sostenible». Así, indicó que la intención es llegar a la reunión del próximo día 10 en Madrid con una serie de medidas consensuadas entre todos los actores de la cadena —ganaderos, industria y distribución—.

En este escenario, marcado por una clara división entre los productores, ante una de las citas más importantes del calendario de movilizaciones diseñado por la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo —en Santiago a partir del lunes y durante cuatro días—, las organizaciones agrarias ven una clara intencionalidad de la Xunta de «pescar en río revuelto», tal y como ayer señalaba a ABC Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias. De su misma opinión es Anxo Escariz, coordinador de la Organización de Productores de Leche (OPL) y miembro de la plataforma, quien reprochó a la titular gallega de la cartera que «busca y casi consigue su objetivo: enfrentar a los ganaderos».

Recelos sindicales

Ambos señalaron que la batalla es con la industria y la distribución y que «ahora no tienen sentido las divisiones». «Es una acción unitaria, sin siglas, donde no podemos distinguir entre buenos y malos, y lo que buscamos es que se nos escuche a una sola voz», reclamó García. En este sentido, Escariz llamó a no dejarse engañar por la Xunta y llenar mañana la capital gallega con 5.000 tractores. «Será la más grande de los últimos 30 años», dijo, para avanzar que de no colmar sus aspiraciones el próximo día 10, se iniciará una huelga de entregas.