Rajoy avisa que «lo peor que le puede pasar a España» es la coalición PSOE-Podemos

Mariano Rajoy ha abierto este domingo de nuevo el curso político en el Castillo de Soutomaior mandando un mensaje de tranquilidad ante la inestabilidad económica de las últimas semanas en los mercados, fruto del frenazo chino y la caída del petróleo. A su juicio, «no hay razones económicas que vayan a entorpecer la recuperación» en España, «si mantenemos la estabilidad política esto va bien».

Para el presidente nacional del PP, «el único problema que se percibe en el horizonte es la deriva del PSOE, su radicalización, su falta de capacidad para fijar una posición en Cataluña y las alianzas con partidos extremistas». Así, ha afirmado con contundencia que «la única amenaza que hay en el horizonte de la recuperación es la coalición que ya están preparando algunos», en referencia a un hipotético acuerdo entre el PSOE y Podemos.

«En nuestra mano está evitarlo», ha apostillado.

En el que es su noveno año consecutivo en Soutomaior (y puede que el último, después que la nueva presidenta socialista de la Diputación de Pontevedra haya comunicado por carta al PP que no le cede más este espacio para actos políticos), Rajoy también ha abordado la crisis migratoria que sacude Europa, «miles de tragedias humanas» para las que ha pedido «medidas urgentes» en la UE, tanto en los países de origen como los de tránsito, «como hace tiempo que venimos diciendo», y atajando las causas que provocan los flujos migratorios. Además, ha avanzado que abordará este tema mañana con la canciller Ángela Merkel y esta semana con el premier británico David Cameron.

«Virús de la desunión» del secesionismo

Por último, Cataluña. Rajoy ha alertado contra el «virus de la desunión» que receta el secesionismo catalán, y que «siempre que lo dejamos entrar, nos va mal a todos los españoles». Frente al desafío soberanista, el presidente del Gobierno ha insistido en que el PP defenderá «la unidad, la solidaridad y la libertad» de los españoles. «Que nadie convierta a los españoles en extranjeros en su propio país», ha exigido: «no aceptaremos ultimatums de sí o no, ni imposiciones para que los catalanes renuncien a lo que es suyo, que es ser españoles».