Feijóo con los redactores de la Ponencia
Feijóo con los redactores de la Ponencia - efe
opinión

El paso adelante

La derecha también tiene chequera, viene a decir la ponencia. No más videos de «igual nos ha faltado un poco piel, María Dolores», sino medidas reales pensadas para las personas, aprovechando que las vacas empiezan a engordar de nuevo

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Mientras Génova cultiva el arte de cambiarlo todo para que todo siga igual -inspiración lampedusiana de manual-, en el PP de Galicia han optado por una hoja de ruta propia, respetuosa en el fondo pero variada en las formas. La ponencia política auspiciada por Feijóo para su partido es poner encima de la mesa las bases del programa de las autonómicas del año próximo, abrir un debate social sobre cosas a cambiar para mejorar la vida de los gallegos.

No podían organizar un congreso regional hasta el año próximo para no generar una innecesaria inestabilidad interna en el PP —sobre todo porque de ese cónclave debe salir un candidato que, hoy por hoy, no está claro—, pero sí esta especie de conferencia política para hablar no ya de principios y de valores, sino de medidas concretas.

Y con ellas este PP se hace un poco el socialdemócrata y se olvida de su esencia liberal, que ahora con la crisis está muy mal vista por una ciudadanía castigada por la recesión y que gusta de esos cantos de sirena del populismo rampante. La derecha también tiene chequera, viene a decir la ponencia. No más videos de «igual nos ha faltado un poco piel, María Dolores», sino medidas reales pensadas para las personas, aprovechando que las vacas empiezan a engordar de nuevo y se puede gastar.

Es un primer paso para intentar recuperar la confianza de los gallegos, que en las municipales castigaron con dureza la marca PP a costa de descabezar alcaldes cuya gestión merecía renovar mandato. Luego vendrá la lógica explicación de las medidas ciudad a ciudad, pueblo a pueblo, en ese trabajo sobre el terreno para el que el PP tiene estructura más que suficiente.

Cumplida esa tarea, la siguiente será desmontar las mentiras del populismo que ha llegado a las instituciones, que ha cambiado la gestión por el victimismo y la imputación de sus carencias a terceros. Ante un PSOE ausente y autista, cómplice necesario de toda Marea que se precie, recae sobre el PP la labor de oposición real a la política de la revancha, el sectarismo y los privilegios para las minorías mareales.

Y si al centro-derecha le queda tiempo, porque no son pocas las tareas encomendadas, estaría bien incluso que aclararan quién va a ser su candidato. Porque así el paso adelante dado ayer estará completo, y podrá echar a andar el proyecto para una tercera mayoría absoluta. Galicia no puede permitirse la alternativa.

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